Gastos hormiga, una amenaza para la economía personal

- ECONOMÍA - 23 de enero de 2025

El consumismo está muy presente en la sociedad occidental. Al finalizar las compras navideñas, llegan las rebajas de enero y no hay apenas tiempo para recuperarse de lo gastado en el mes de diciembre. Los descuentos, ofertas y promocionan provocan que los compradores se sientan incentivados a gastar. Además de estas compras, existen los llamados gastos hormiga.

Este término se refiere a los pequeños gastos que no son necesarios y que se hacen de manera inconsciente y reiterada. Ejemplo de ello son los cafés, dulces, antojos o suscripciones que apenas se usan, pero que se compran si pensar. Al tener precios no muy elevados, el comprador tiende a pensar que no cuentan como gasto. Sin embargo, si se suman todos ellos, se puede ver que la economía personal ha sido afectada y que los ahorros han disminuido notablemente.

Para diferenciarlos de otros gastos, hay que tener en cuenta que los hormiga son aquellos que se repiten diariamente o mensualmente, de esta manera apenas se contabilizan, ya que pasan desapercibidos.

Educación financiera

Sergio Valverde Cabo, planificador y asesor financiero, ha explicado a Mirada 21 la importancia de tener una buena educación financiera. «Sin educación financiera no se entiende cómo funciona el mundo del dinero, y con ello entendemos que vivir por encima de nuestras posibilidades es un error», afirma Valverde Cabo. Tener un estilo de vida que no corresponde con el nivel de vida de cada uno hace que se haga un mal uso del dinero. Esto provoca que las familias se endeuden, que no ahorren y que no piensen en su jubilación. «La educación financiera pone las bases para que las personas y las familias se estructuren y entiendan cómo relacionarse con el dinero para tener una vida financiera tranquila», comenta Valverde Cabo.

«Sin educación financiera no se entiende cómo funciona el mundo del dinero, y con ello entendemos que vivir por encima de nuestras posibilidades es un error», afirma Valverde Cabo

Más que los gastos hormiga, el problema es no saber en qué se va el dinero, es decir, no tener categorizados los gastos y no puntear el banco para ver cuánto dinero se va a cada categoría. «El contratiempo no es ese café por la mañana en el bar, la comida fuera de casa o las compras por impulso, sino la falta de control presupuestario», añade Sergio Valverde Cabo

«El contratiempo no es ese café por la mañana en el bar, la comida fuera de casa o las compras por impulso, sino la falta de control presupuestario», añade Sergio Valverde Cabo

Valverde Cabo ha tratado de buscar una solución a este problema: «Al tener un presupuesto que me categoriza los gastos, puedo determinar cuánto gasto en cada categoría. Por ejemplo, del 100% debo saber que un 70% es gasto que sí puedo realizar; del 30% que resta, es donde tengo que tener la capacidad para ahorrarlo. De esta forma, puedes tomarte ese café, pero quizás no todos los días; puedes comer fuera de casa, pero menos veces; puedes tener alguna compra impulsiva, pero de menor importe. Así se puede vivir sin pensar que uno se vuelve un tacaño y puede seguir disfrutando de la vida».

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