Una DANA llegó a España el pasado martes 29 de octubre. Desde ese día, numerosas localidades de la península han sido afectadas por inundaciones, desbordamientos… que han causado decenas de víctimas mortales y cuantiosos daños materiales. Las lluvias torrenciales han afectado sobre todo a la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, aunque el epicentro de la tragedia está en pueblos de los alrededores de Valencia. Las calles valencianas están absolutamente colapsadas y los vecinos están trabajando codo con codo para intentar volver a la normalidad lo antes posible. Frente al barro, el agua y la destrucción, ha salido el lado más humano. Hasta 15.ooo voluntarios se han desplazado a los puntos más afectados de la Comunidad Valenciana para ayudar y dar bienes de primera necesidad.
Unión, fuerza y resistencia
Las redes sociales están siendo un pilar fundamental para difundir los puntos de recogida de bienes necesarios para los afectados. Álvaro Izquierdo es un joven voluntario que se desplazó a Arganda del Rey (Madrid) para colaborar. Él se enteró por amigos que publicaron información en Instagram. Izquierdo cuenta que en ese punto se está haciendo todo tipo de recolección de donaciones, dinero, material, etc. La manera de funcionar es simple, los voluntarios van en coche y no tienen ni que bajarse, ya que otros colaboradores abren el maletero y lo sacan todo. Trabajan en cadena. Con esos materiales se realizan palés con agua, leche, comida, ropa, mantas, piensos para animales…
«El clima de trabajo es genial, todo el mundo quiere ayudar, se me pone la piel de gallina, todos son superamables», afirma Álvaro Izquierdo
«También hay muchos voluntarios que van con sus furgonetas, las llenan y se van directamente a Valencia». Álvaro Izquierdo, además, destacó: «El clima de trabajo es genial, todo el mundo quiere ayudar, se me pone la piel de gallina, todos son superamables».
«Estamos haciendo más de 10.000 raciones hechas de comida caliente», detalla Toni Carceller
También, Toni Carceller comentó que el Ayuntamiento, en ocasiones, afirmaba que no necesitaban más alimentos, sin embargo, ellos insistieron y fueron casa por casa para repartirlos personalmente. «Nunca sobra nada», enuncia Carceller. A la labor social que inició el chef valenciano se han unido otros cocineros, con la esperanza de poder ayudar.
Salud mental y catástrofes
Aparte de los daños materiales, existe otro que puede afectar más a los supervivientes: la salud mental. Para ello, se ha creado una iniciativa que da apoyo psicológico gratis a todos aquellos que la necesiten. AyuDana es el nombre del movimiento, y cuenta, cada vez más, con psicólogos voluntarios que están dispuestos a ayudar. Anna Rabassa es una de ellas, y se unió porque deseaba poder ayudar desde la distancia con algo tan importante como el acompañamiento psicológico. Además, Rabassa afirma que «prevenir en situaciones de emergencia es primordial para las afectaciones que pueda provocar esto en el futuro».
«Prevenir en situaciones de emergencia es primordial para las afectaciones que pueda provocar esto en el futuro», declara Anna Rabassa, psicóloga voluntaria.