María Marte es conocida por ser chef del prestigioso restaurante Club Allard en Madrid, premiado con dos estrellas Michelin, pero el éxito y la fortuna no le impiden dejarlo todo para dedicarse por entero a ayudar a los que más lo necesitan, y es que Marte a decidido marcharse de España para volver a su país, República Dominicana, a abrir una escuela de cocina, destinada a ayudar y formar a las mujeres sin recursos.
El éxito y los premios culinarios acompañan a María y le dan renombre, pero no siempre fue así. En 2003, con 24 años, decidió trasladarse a España procedente de República Dominicana, donde dejó dos hijos, pero era un sacrificio que estaba dispuesta a hacer porque perseguía un futuro mejor, y lo consiguió.
Su historia, que terminó siendo de éxito, comenzó lavando platos en el Club Allard, donde, por un golpe de fortuna se le dio a la posibilidad de crecer y terminar como jefa de cocina. El trabajo duro valió la pena, y además de por su alta calidad, su cocina se caracteriza por su creatividad y por el cuidado y el respeto que tiene por los productos que usa.
«A pesar de estar en un momento de pleno auge en su carrera profesional, ha decidido dejarlo todo y volver a su República Dominicana natal para abrir una escuela de cocina donde enseñar a mujeres humildes de su país».
Marte ha recibido a lo largo de su carrera múltiples premios, entre los que destacan el Premio Nacional al Mejor Jefe de Cocina, Mejor Chef en los Premios Club de Gourmets y, recientemente, el Premio Eckart Witzigmann a la Innovación, por el que cobró 50.000 euros.
Con este dinero, y a pesar de estar en un momento de pleno auge en su carrera profesional, ha decidido dejarlo todo y volver a su República Dominicana natal para abrir una escuela de cocina donde enseñar a mujeres humildes de su país. Además, según comentó en una entrevista concedida al periódico El Mundo, forma parte de su proyecto rescatar las plantas de su país que están en proceso de extinción. Contó también, que tiene varias ofertas para asesorar a grupos hoteleros dominicanos y que en un futuro pensará en abrir un restaurante de cocina mediterránea para darla a conocer en su tierra.
Consultada durante la misma entrevista con El Mundo respecto a cuales eran sus planes para con España, María respondió que piensa seguir viniendo, y que va a mantener una relación estrecha con el Club Allard, “que acogerá dentro de unos meses a las mejores alumnas gracias a una beca”.