Compromiso y esfuerzo contribuyen a triunfar en el CAR

- DEPORTES - 4 de marzo de 2024
Fuente: Propia
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Hugo González de Oliveira, Mireia Belmonte, Jessica Vall, Melani Costa… son algunos de los nadadores que han marcado la historia de la natación española. Todos ellos tienen algo en común: el esfuerzo y la constancia. Los entrenamientos que reciben también son importantes para su desarrollo como nadadores y, normalmente, son decisivos para bajar tiempos.

El Centro de Alto Rendimiento (CAR) es un organismo deportivo que ayuda a que los nadadores puedan competir a nivel internacional. Para lograrlo, optimizan al máximo los recursos técnicos para proporcionar a los deportistas las mejores condiciones de entrenamiento posible.

“El nivel de exigencia es muy alto, aquí los objetivos no son nada fáciles, y para lograrlos hay que poner mucho esfuerzo y compromiso”, afirma Laura Cabanes, nadadora del CAR de Madrid.

Cabanes también afirma que las cosas más importantes para poder entrar en el centro es el compromiso, el esfuerzo, el sacrificio y, por supuesto, los objetivos marcados, que no siempre son fáciles de conseguir.

Estos objetivos son marcados por el propio deportista, pero siempre están supervisados por los entrenadores, pudiendo ser cambiados a su criterio.

“Hay momentos en los que puedes llegar a sentirte demasiado exigido o presionado. Aunque esta exigencia sea acorde al nivel que hay, si es demasiada hay que comunicarlo. La relación con los entrenadores no debe ser mala y la comunicación con ellos es lo más importante, se ponen sobre la mesa las diferentes opiniones y se suele llegar a un acuerdo”

Entrar en el CAR requiere sacrificio, pero la estancia del deportista también es complicada. Para poder conservar la plaza en el centro se deben ir cumpliendo los objetivos a corto y largo plazo, también depende de la evolución que los entrenadores del CAR perciban en el nadador, es necesario que el deportista tenga una buena proyección de futuro. En caso de no llegar a esos mínimos, la estadía del deportista en el centro podría verse afectada.

Los entrenamientos que se reciben en el centro también cambian con respecto a los que se reciben en un club de natación normal. Mientras que los entrenadores lidian con grupos de hasta 40, o más, nadadores repartidos en dos calles, los entrenamientos del CAR son más personalizados y en más calles, lo que hace más fácil el desarrollo del entrenamiento.

La presión es un elemento clave para cualquier deporte de competición, puesto que, si se sabe potenciar bien, el nadador será capaz de multiplicar su rendimiento deportivo. Si no se logra controlar la presión, los movimientos que se habían conseguido automatizar pasan a ser ejecutados de forma consciente y se vuelven mucho más torpes y lentos.

A pesar de que los nadadores que entran en el centro ya saben el nivel exigido, hay personas a las que esta presión logra superarlas.

“Levantarme temprano para entrenar, ir a clase, volver al agua y, además, tener que bajar tiempos en cada competición para poder entrar en campeonatos importantes. Yo era más pequeña y era demasiado, lo dejé voluntariamente”, cuenta Carlota Marín, antigua deportista del Centro de Alto Rendimiento.

Marín también añade: “Los compañeros lo hicieron todo más sencillo, pero decidí poner por delante mi salud mental”.

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