La sentencia de Estrasburgo del pasado 6 de noviembre da la razón a Arnaldo Otegi al considerar que no hubo imparcialidad por parte de la magistrada Ángela Murillo. Esta resolución reabre las heridas causadas por los años de actividad de la banda terrorista ETA. Algunos de los protagonistas de una de las etapas más dolorosas de la historia de España están hoy en la calle.