Familias venezolanas se separan por el régimen chavista de Nicolás Maduro. Algunos miembros se tienen que quedar en Venezuela, y otros buscan nueva vida lejos de su país arruinado, alejándose de sus seres queridos. Sin embargo, el conflicto de esta división comienza antes de la emigración a otro país, aparece en el momento que la familia se descuida y se resquebraja debido a intereses y egoísmos causados por ideologías políticas enfrentadas.
Historia real de una familia venezolana rota
Hace ocho años, parte de una familia venezolana, compuesta por la madre y los dos hijos de temprana edad, viajaron desde Venezuela hasta España huyendo del régimen impuesto por Maduro. Desde ese momento, una pequeña parte de la familia vivió lejos de los demás y se creó una brecha mayor a la ya existente por problemas ideológicos.
El padre de la familia, que es empresario, tiene una ideología democrática desde siempre, confiesa que nunca votó a Hugo Chávez. El expresidente subió al poder en 1999 e inauguró el régimen chavista debido al descontento ocasionado por la mala gestión de los gobiernos democráticos anteriores. El empresario no le parecía que el nuevo Gobierno de Chávez fuera una solución para acabar con la miseria del país. No obstante, es lo que veían la mayoría de los ciudadanos, incluyendo al resto de su familia.
La mujer, por el contrario, es hija y hermana de militares importantes dentro del Gobierno chavista, desde siempre ha visto ese partido como la solución del país, lo votó durante años aferrándose a su propuesta económica. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo vio cómo la economía del país caía y se dio cuenta de las “falsas promesas” que hacía Chávez a Venezuela. «»Yo tuve que vender mi empresa», cuenta el padre de familia, y así la mujer entendió la realidad de la situación.
La política chavista
Hugo Chávez ganó mucho dinero gracias a la industria petrolera. La oposición acusaba a Chávez de empobrecer el país y de comprar la opinión pública del pueblo mediante regalos que trataban de mejorar la economía. Así, negocios exitosos ganaban poco dinero a costa del Estado, ya que nadie tenía dinero para ninguna compra, y llegó un momento que tuvieron que vendérselas. La situación era una elección entre la venta o competencia con el Estado, que les llevaba a la ruina.
Los ciudadanos, cada vez más pobres, eran premiados con comida y ciertos servicios como Misión vivienda. La economía se volvió una burbuja en la que el bolívar venezolano se devaluaba poco a poco. Los salarios eran cada vez más bajos, y mientras el Estado se enriquecía y conseguía votos “ayudando” a la miseria de su país.
El verdadero problema fue, según esta familia, cuando Maduro ocupó el poder tras la muerte de Chávez. Llevó al país a una economía ilegal basada en el narcotráfico, el petróleo ilegal y otros tipos de negocios ilegítimos, como la explotación de minerales.
El verdadero enfrentamiento
La familia, durante los años que estuvieron con Maduro en el poder, en Venezuela, estuvo subsistiendo como pudo. Por la situación en la que vivían, en una economía insostenible, decidieron buscar una vida mejor en otro país y fue cuando se mudaron.
La familia de la mujer siguió votando al chavismo, a pesar de las penurias que había hecho pasar a sus seres queridos. Llegó un momento en el que en las comidas familiares no se pudo hablar de política. Había enfrentamientos por los dos lados y no había un acuerdo, unos velaban por sobrevivir como empresarios y otros como militares, pero los primeros lo hacían a duras penas y los segundos obtenían resultados.
“Yo no me hablo con mi suegro”, explica el padre de la familia. Apenas tenían para vivir bien, pero el suegro ganaba regalos y prestigio sin ayudar a su hermana y apoyando a quienes les habían quitado todo. «»Cuando eso hace daño a tu propia familia tienes que darte cuenta» cita el empresario. Para él, la familia es fundamental y todo aquello que la destruya tiene que ser puesto en duda por todos sus miembros.
“Cuando eso hace daño a tu propia familia tienes que darte cuenta”
Desde otra perspectiva, el hermano no podía ir en contra del régimen. Tenía la posibilidad de darle a sus hijos una vida de calidad, y esto se la podía arrebatar, sin embargo, no hubo colaboración con la otra parte familiar. Esto separó a los hermanos, cada uno tenía su ideología, aunque esta pasara por encima del otro. El militar, viendo sufrir a la familia de su hermana, velaba por su familia más cercana.
Hoy en día, la mujer no quiere que se la relacione con su hermano en ningún tipo de redes. Aunque hay cierta relación entre ellos, hay temas intocables que abren una brecha importante que es muy difícil de cerrar. A la suegra le ha costado cambiar su ideología, pero lo hizo, fue en el momento en que se fue a España con su hija y nietos, vio la realidad de miseria y se planteó cambiar para mantener la relación con su familia.
La identidad y los nombres de esta familia no se detallan, ya que la presión del régimen y la censura no permiten hablar de estos temas con seguridad y naturalidad. Esto se debe al miedo a futuros encarcelamientos y detenciones por parte del gobierno.
La importancia de la unidad familiar
La importancia de la familia gana en todas las circunstancias, cuidar el amor familiar y ayudar a los tuyos es un objetivo primordial. Sin embargo, hay quien sacrifica a otros y mira más por sus propios intereses. Aún así, existen aquellos que tienen en cuenta todas las miradas humanas, tratan de cooperar con la mayoría posible y buscan aumentar el bien común. Al final, se trata de intentar mejorar la situación y subsistir como comunidad y sociedad.