Disminuye el interés de la juventud por la política

- PRIMERA PLANA - 30 de enero de 2025

Los jóvenes participan cada vez menos en la política. Según el Informe Juventud en España elaborado por el Instituto de la Juventud, los temas políticos son los que menos interesan a los jóvenes. Además, no es simplemente un fenómeno temporal, la tendencia es cada vez más baja en las citas con las urnas. Tal y como demuestra el Instituto Nacional de Estadística, en las elecciones de 2011, la participación de personas de entre 18 y 24 años fue del 64,8%; mientras que, en 2019, cayó al 53%.

Sin embargo, se han dado algunas excepciones que han significado un aumento del interés juvenil. Estas se encuentran en el año 2015, con la llegada de nuevas formaciones al panorama político español como Ciudadanos o Podemos, y entre 2018 y 2019 con la irrupción de Vox, el partido más apoyado por los jóvenes a día de hoy en España, según un informe de The Objective. Unos datos que señalan que una gran parte de este grupo de población se reactiva con la aparición de nuevas alternativas, y está redefiniendo su forma de interactuar con el sistema político bipartidista español de las últimas décadas.

Las causas del desapego

La situación que viven hoy en día los jóvenes en España es una de las culpables de esta problemática. Actualmente, un 26,9% están desempleados, más del doble de la media europea, y la edad a la que se emancipan asciende ya a los 30 años. Estos datos explican también los bajos índices de satisfacción de este sector con la democracia: solo un 57% de los españoles de entre 18 y 35 años están satisfechos con ella, frente al 71% que registran otros grupos de edad, según una encuesta de Open Society Bar.

Además de las circunstancias que atraviesa la juventud española, Aníbal Yanguas, coordinador general de las Nuevas Generaciones del PP en San Sebastián de los Reyes, vicesecretario de Acción Cultural en las Nuevas Generaciones de Madrid y miembro de la ejecutiva del partido como vocal, asegura a Mirada 21 que «el desencanto de los jóvenes con la política está relacionado con la materialización de la política en sus vidas». Ante esta afirmación, Yanguas explica que lo que esta población ve y escucha en televisión, por redes sociales o en un mitin no se traslada a su vida real: «Pueden decir que la economía va como un tiro, pero si luego un joven no se puede comprar una casa, no le es viable independizarse, cada vez tiene menos poder adquisitivo o solo puede acceder a puestos de baja cualificación, a pesar de tener una carrera o una preparación superior, esa persona genera una insatisfacción con la clase política».

«El desencanto de los jóvenes con la política está relacionado con la materialización de la política en sus vidas», asegura Aníbal Yanguas.

Las administraciones buscan soluciones

Las causas que explican el descenso progresivo del interés y la participación joven abren la puerta a la búsqueda de soluciones por parte de las administraciones, conscientes de esta realidad. Por ello, antes de fin de año el Gobierno central se propuso implicar en política a los menores, futuro del voto joven. Prueba de ello es el trámite de Consulta Pública Previa que ha llevado a cabo el Ministerio de Juventud para aprobar un real decreto que impulse la participación de niños en asuntos públicos. Sobre todo, lo que busca este decreto es el fomento del asociacionismo entre los jóvenes y la constitución de asociaciones representativas que engloben todos los intereses, tal y como confirma Sira Rego, la ministra de Juventud e Infancia, que se mostraba favorable al nuevo proyecto: «Creo que hay que defender que la infancia es sujeto de derecho y debe tener participación en la vida pública».

En el ámbito internacional, la Unión Europea aprobó en diciembre de 2023 una «recomendación de la Comisión sobre la promoción del compromiso y la participación efectiva de los ciudadanos y las organizaciones en los procesos de elaboración de políticas públicas». Además, esta recomendación se centra en especial en la necesidad de tomar medidas en los programas de educación y formación de los jóvenes y la realización de esfuerzos concretos para reforzar la participación de estos en la vida política y democrática a escala local, nacional y europea.

«En definitiva, la política tiene que materializarse en la vida de los jóvenes», afirma Aníbal Yanguas explicando cómo la política puede acercarse a este sector de la población en España. «Si una persona joven ve que su opinión se valora y su voto tiene un efecto real, esa persona se va a involucrar», aclara.

«La política tiene que materializarse en la vida de los jóvenes», afirma Yanguas.

La creciente crispación y polarización

Otra de las realidades en el mundo de la política es la del creciente radicalismo de las ideologías y el aumento de crispación entre izquierdas y derechas o, incluso, en el mismo sector ideológico. Una tendencia cuyos principales motivos se concentran en el descontento con lo tradicional, el sentimiento de exclusión o falta de representación política y la utilización de redes sociales, que facilitan, en muchos casos, el acceso a discursos polarizadores.

«Los jóvenes tienen actitud de rebelión y buscan alternativas porque alguien que no tiene mucho que perder, tiene mucho que ganar», expresa Yanguas.

Aníbal Yanguas, como joven políticamente activo, ofrece algunas de las claves para entender esta tendencia y cómo se podría reducir la polarización: «Los jóvenes no se sienten identificados con la política tradicional porque no les ofrece soluciones y ven cómo esta no se dirige a mejorar sus vidas, sino a mantenerse en el poder en muchos casos. Ante esto, los jóvenes tienen una actitud de rebelión y de buscar alternativas porque alguien que no tiene mucho que perder, tiene mucho que ganar».

«El enfrentamiento cotidiano se ha trasladado a la calle», denuncia Aníbal Yanguas.

«Por la situación actual, si los jóvenes no tienen casa, ni dinero, ni trabajo, tienen mucho que ganar y muy poco que perder. Por eso, se pueden arriesgar a votar a un partido que no es tradicional. Sin embargo, a una persona, como a un pensionista, con una posición consolidada, con un recorrido, con unos activos, no le interesan esos riesgos, por eso siempre va a tender al conservadurismo como opción política tradicional y no a los extremos», reconoce Yanguas. «Creo que el Congreso y la calle se retroalimentan», asegura el joven, «la política del clickbait y el enfrentamiento cotidiano se han trasladado a la calle». Por último, Aníbal Yanguas anima a los jóvenes a dejar de lado el enfrentamiento y la crispación y a involucrarse más en la política: «Hay cosas que hay que cambiar, y la política es un vehículo para intentarlo. Por lo menos, hay que intentarlo».

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