El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, acusado por corrupción y blanqueo de dinero, fue quien durante su mandato consiguió que 28 millones de brasileños salieran de la pobreza. Después de 30 años en asuntos políticos, el expresidente fue sentenciado por el caso Petrobras. También conocido Lava Jato, comenzó en marzo de 2014 y Lula no se vio relacionado en él hasta noviembre del año 2015. Inculpado de haber aceptado un soborno, gracias al cual recibió un apartamento en la playa, el exmandatario afirma que esta sentencia no le impedirá volver a ser presidente.
De momento, es él quien tiene casi el 40% de las intenciones de voto. Pero esto podría cambiar y acabar con la esperanza que tienen Lula y algunos de sus seguidores de llegar a las elecciones del próximo octubre de 2018 si Lula termina siendo encarcelado.
Este político brasileño, hijo de una familia empobrecida, empezó organizando huelgas hasta más tarde, en los 70, fundar el Partido de los Trabajadores. Este partido luchaba contra la dictadura militar de aquella época. En 2002, llegó a presidente y ejerció como tal hasta el año 2010. Durante estos años, Brasil prosperó en gran medida. También se supo que el partido de Lula fue acusado en muchos casos de corrupción por sobornar a sus aliados para mantenerlos.
En 2014, Brasil volvió a caer en una gran crisis económica. Comienza aquí la investigación de la trama corrupta Lava Jato, en la cual se verán implicados numerosos políticos brasileños. Por ello, la reelección de Lula es simbólica para Brasil, y al igual que tiene seguidores, Lula da Silva tiene también muchos en su contra. Y ambos grupos se manifestaban en las calles de Brasil.
Lula da Silva cuenta con el apoyo de Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil
Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil y también miembro del Partido de los Trabajadores, ha defendido a Lula da Silva. Rousseff afianza su apoyo a Lula y cree que es un hombre inocente, se pregunta la exmandataria “¿Para qué vamos a sacar a Lula de la carrera por una acusación de la que creemos que es un inocente?”.
Sin embargo, parece que las posibilidades de que Lula gobierne son cada vez más pequeñas, ya que la sentencia fue revertida. Aunque de momento no haya fecha para que sea trasladado a prisión, cabe la posibilidad de que el fundador del Partido de Trabajadores tenga que cumplir 12 años y un mes de prisión. Por lo tanto, esto anularía las posibilidades de que vuelva a presidir el país.