Perseverance (perseverancia, en español), el vehículo de exploración de una tonelada desarrollado por Estados Unidos y países europeos -España incluida-, ha aterrizado en el cráter Jezero de Marte, este jueves, , a las 22:00 h (hora peninsular española). Esta es la misión de la NASA más ambiciosa hasta la fecha, y tiene como objetivo encontrar indicios de vida pasada. El equipo de la misión, desde el centro de control, ha recibido entre aplausos el mensaje de que el vehículo ha llegado al planeta rojo.
El lugar en el que ha aterrizado Perseverance era, hace 3.500 millones de años, un gran lago de 45 kilómetros de diámetro que era alimentado por un río que arrastraba sedimento. En ese entonces, Marte era un planeta azul, y los científicos tienen indicios de que se dieron las condiciones básicas necesarias para que surgiera vida.
En el planeta Tierra comenzaron a surgir los primeros seres vivos justo en esa era. Pero hace millones de años el planeta rojo empezó a perder su atmósfera. Esto rompió el equilibrio y lo convirtió en el desierto helado que es a día de hoy.
El vehículo de exploración tiene seis ruedas y está equipado con siete instrumentos científicos. Con ellos intentará analizar la composición atómica y química de del fondo de lo que fue el lago, para buscar rastros inconfundibles de microbios marcianos.
“Perseverance es el vehículo de exploración marciana más ambicioso que ha lanzado la NASA”, ha explicado el jefe de ciencia de la agencia espacial de EE. UU., Thomas Zurbuchen. Este destino es “el más complicado en el que se haya intentado aterrizar hasta la fecha”, ha señalado el científico.
Hello, world. My first look at my forever home. #CountdownToMars pic.twitter.com/dkM9jE9I6X
— NASA's Perseverance Mars Rover (@NASAPersevere) February 18, 2021
La atmósfera de Marte es 100 veces menos densa que la de la Tierra, por lo que traspasarla era una de las partes decisivas de esta misión. La baja densidad provoca que el rozamiento del aire frene mucho menos la velocidad de entrada, de unos 20.000 kilómetros por hora.
La nave alcanzó su pico de temperatura por el roce con el aire un minuto después de entrar en la atmósfera: 1.300 grados. Primero se desplegó el paracaídas, de casi 22 metros de diámetro, y después del desenganche entró en acción un dispositivo nuevo: TRN. Este sistema de inteligencia artificial toma fotos del suelo y «decide» cuál es el mejor lugar para amartizar. Una grúa desplegó unas cadenas de unos siete metros de largo cuando estaba a 21 metros del suelo, y de ahí iba colgando el vehículo.
Perseverance abre camino a un objetivo más ambicioso: traer por primera vez tierra y rocas de Marte. El coche está equipado con un sistema para seleccionar las muestras más interesantes, sellarlas en un contenedor metálico y dejarlas en la superficie. En un futuro, otras misiones irían a recogerlas.