El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha pronunciado este viernes, después de cuatro días en silencio, con respecto a los disturbios ocurridos en Madrid, Barcelona y Valencia. Las protestas se han producido a causa de la condena del rapero Pablo Hasél, que fue detenido por enaltecimiento del terrorismo y por sus antecedentes de agresión.
Las declaraciones del presidente tuvieron lugar en Mérida, durante el evento programado sobre los fondos europeos para la reconstrucción. Sánchez ha explicado que desde el Gobierno se comprometen a actuar “con contundencia contra la violencia”.
La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha denunciado este jueves los altercados vandálicos y puso en duda la defensa de Unidas Podemos con respecto a los disturbios, y la negativa del partido de Pablo Iglesias de condenar las conductas violentas ocurridas.
“En una democracia plena como es España, la violencia es inadmisible”, ha señalado Sánchez.
Sánchez ha señalado que “la democracia española tiene una tarea pendiente que mejorar, que es la libertad de expresión”. Ha explicado que su mejora es para que sea más parecida a “otros países europeos”, y que hará una labor para igualarla a ellos. Además, en su discurso, ha tildado de “inadmisible” la utilización de cualquier tipo de violencia en una democracia como la de España. De esta forma, ha rechazado las palabras del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, pues tampoco está de acuerdo con los socios que no han denunciado las protestas violentas.
Sin embargo, el presidente también ha mantenido que la condena por enaltecimiento del terrorismo de Hasél no concuerda con los estándares que hay establecidos en Europa. Además, ha expresado que el Estado está llevando a cabo una reforma para los delitos de opinión, con el objetivo de que no acaben teniendo condenas de cárcel.
Las declaraciones de Sánchez han provocado que los socialistas del Ejecutivo decidieran rechazar dichos disturbios. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha señalado que la violencia es “injustificable”, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha condenado cualquier tipo de “complicidad, silencio o aceptación” de estos actos, y ha asegurado que no se deben «alentar».
Con respecto a las alusiones que ha hecho miembros del Gobierno hacia las declaraciones de Iglesias, Robles ha solicitado que todos aquellos responsables de la política del país se enfoquen en actuar y coordinarse con el Ejecutivo, además de en “dejar a un lado los protagonismos personales”, pues el Consejo de Ministros es un órgano “liderado” por Pedro Sánchez.
Según parece, los miembros de Unidas Podemos ya han empezado a desvincularse de las protestas violentas en cierta manera. “Que apoyemos a los manifestantes no significa que estemos de acuerdo con los disturbios de una minoría”, ha asegurado el diputado Jaume Asens.