El grupo político Ahora Madrid, con la alcaldesa Manuela Carmena al frente, ha desarrollado el Plan A, una iniciativa que tiene como principal objetivo erradicar los problemas de contaminación en la capital. Entre sus medidas, destaca el proyecto Madrid Central, que entró en vigor el pasado 30 de noviembre. Este pretende limitar el paso de vehículos particulares de los no residentes dentro de la zona comprendida desde Plaza de España, Bailén y Gran Vía, hasta Puerta de Toledo, Atocha y Colón.
Los límites de la zona están señalizados mediante una doble línea roja que servirá de referente, al igual que varios postes con el logo de Madrid Central. Asimismo, estos postes contarán con cámaras de videovigilancia que controlarán el cumplimiento de las normas. También se ha restringido la velocidad de todas las calles de único sentido, que, a partir de ahora tendrán un límete máximo de 30 km/h.
Esta área se ha reducido a la ahora denominada Área Central de Cero Emisiones, en un intento por alcanzar una gestión sostenible de la capital. Para ello, de la mano de la concejala de Medio Ambiente y Movilidad en el Ayuntamiento de Madrid, Inés Sabanés, se están poniendo en funcionamiento una serie de requisitos que atañen a los conductores de esta zona.
La principal modificación, ya en funcionamiento, permite la libre circulación y estacionamiento solo para los vehículos propios de residentes o con autorización expresa de alguno de estos y para aquellos que estén catalogados como cero emisiones o ECO por una etiqueta ambiental. Asimismo, cierra la circulación a los automóviles o motocicletas considerados como C o B y solo les permite el acceso para estacionar en aparcamientos públicos o privados en un horario determinado.
Hay excepciones que superan la barrera de la etiqueta ambiental. Los vehículos de carga y descarga deberán ahora solicitar una autorización del Ayuntamiento de Madrid para poder realizar sus labores, independientemente de la categoría de emisión en la que se encuentren. Tendrán también libre acceso, bajo un horario cerrado y en días lectivos, aquellas personas que necesiten el paso porque se dirigen a centros educativos. Los taxis o vehículos VTC solo podrán entrar si poseen la pegatina de su categoría ambiental.
Aunque la medida ya haya entrado en vigor, se dejará un espacio de dos meses desde el 1 de enero para que la población se adapte. Será a partir de entonces cuando se comience a penalizar, mientras tanto, los vehículos captados por las cámaras de vigilancia recibirán una carta de aviso para conseguir así la paulatina sensibilización de la población.
Según el plan, estas medidas continuarán ampliándose, de manera que para 2030 se haya reducido el acceso de Madrid Central únicamente a los residentes.