“Cuando entré por primera vez en el juego, cruzamos el cable y caminamos 30 minutos. La policía nos vio y mandó a los perros hacia nosotros. Cuando los oficiales húngaros nos atraparon, nos trataron mal. Había mucha nieve. Se llevaron nuestra ropa y nos hicieron sentarnos en la nieve y en el hielo”, cuenta el afgano y solicitante de asilo Maalik.
Este es uno de los 140 testimonios que recoge el informe que Oxfam Intermón ha publicado: A dangerous game, un juego peligroso, en español. En él, se denuncia “la violencia, la brutalidad y el trato vejatorio” que sufren los refugiados y migrantes por parte de las autoridades policiales en la zona norte de la ruta de los Balcanes.
Belgrade Centre for Human Rights (BCHR) y Macedonian Young Lawyers Association (MYLA) son otras asociaciones que han colaborado en la elaboración del informe. El nombre de este hace referencia al que utilizan los refugiados para hablar de los intentos de cruzar las fronteras. Según dicta el texto, el objetivo de los migrantes es atravesar los lindes de los países “sin ser interceptados o sufrir malos tratos a manos de oficiales gubernamentales”.
«Ya antes se habían denunciado estas conductas ilegales, pero la Unión Europea apenas ha tomado medidas», denuncia la responsable de incidencia humanitaria, Paula San Pedro.
El informe cuenta con testimonios de refugiados, la mayoría procedentes de Afganistán, Pakistán, Siria, Irak, Irán, Egipto y Líbano. Las entrevistas a estos fueron realizadas entre el 30 de enero y el 17 de febrero en Serbia, Hungría, Croacia, Bulgaria y la Antigua República Yugoslava de Macedonia. Los nombres de las personas que han prestado declaración son ficticios para “proteger su identidad”.
Asimismo, el informe asegura que las autoridades están realizando deportaciones ilegales de refugiados. También denuncia que los casos de los solicitantes de asilo no se evalúan de manera individual, y que los migrantes no tienen acceso a asesoramiento legal ni a intérpretes.
La responsable de incidencia humanitaria de Oxfam, Paula San Pedro, critica que estas actuaciones “generan miedo entre los refugiados”: “Esto obliga a muchas personas a recurrir a contrabandistas para continuar su viaje hasta otros lugares de Europa, algo tremendamente peligroso, pues expone a personas en una situación ya de por sí vulnerable a ser víctimas del tráfico de personas o más ataques violentos».
Oxfam exige a la UE que tome medidas
San Pedro asegura que a pesar de las denuncias de estas conductas, “la Unión Europea apenas ha tomado medidas”. Por ello, Oxfam, BCHR y MYLA solicitan a la UE que amplíe “los canales seguros y regulares”, ya que esto supone “una parte esencial de la gestión responsable y humana de la migración”.
Asimismo, de acuerdo al artículo 6 de las Directivas sobre el procedimiento de asilo, exigen que los países comunitarios garanticen a los solicitantes de asilo una vida en condiciones adecuadas que proporcionen seguridad y dignidad. Además, deben asegurar que las personas que necesitan protección internacional tengan acceso a procedimientos de asilo justos y eficaces.