El ataque con armas químicas que tuvo lugar en Khan Shaykhun (en la provincia de Idlib, Siria) suma 72 víctimas mortales y más de 100 heridos. Veinte de los fallecidos eran menores, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, ha calificado la ofensiva de “crimen de guerra”.
El dirigente de esta institución ha asegurado que se tratará de “identificar claramente a los responsables y hacerlos rendir cuentas». De hecho, Guterres ha anunciado en el Consejo de Seguridad de la ONU, reunido este miércoles de urgencia a petición de Francia y Reino Unido, que la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) pondrá en marcha una investigación para recabar y analizar los “datos de todas las fuentes disponibles acerca de lo ocurrido”.
La comunidad internacional ha culpado al Gobierno sirio de Bashar al Asad del empleo de armas químicas en el ataque. El ministro de Exteriores de Reino Unido, Boris Johnson, ha afirmado: “Todas las pruebas que he visto sugieren que fue el régimen de Al Asad quien lo hizo, con total conocimiento de que estaban usando armas ilegales en un ataque bárbaro contra gente corriente”.
Asimismo, el ministro de Exteriores francés, Jean-Marc Ayrault, ha declarado que “no hay duda” de que “la responsabilidad es del régimen de Damasco, del régimen sirio”. Además, ha apuntado a Rusia como cómplice del ataque, ya que este país es aliado de al Asad. “Moscú reconoce que ha habido sobrevuelos y que son aviones sirios, que de hecho son rusos, los que dispararon misiles”, ha afirmado.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también ha acusado a al Asad del “crimen de guerra”. Asimismo, el dirigente norteamericano ha asegurado que este ataque no puede “ser ignorado por el mundo civilizado”. Al igual que el ministro francés, Trump ha dicho que tanto Rusia como Irán (aliados del régimen sirio) son también responsables morales de la ofensiva realizada con armas ilegales.
La OMS confirma el empleo de gas sarín en el ataque
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un comunicado en el que afirma estar “alarmada por el uso de productos químicos altamente tóxicos”. Asimismo, la institución ha explicado haber recibido informes de los médicos de Idlib. Según estos, los pacientes llegaron a los hospitales con “dificultades respiratorias y sofocos”. La OMS ha recordado en la nota de prensa que “este tipo de armas están prohibidas por la ley internacional porque representan un barbarismo intolerable”.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el arma química utilizada fue el gas sarín. Este comenzó siendo utilizado como pesticida en la década de 1930. Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial, empezó a formar parte del armamento alemán. Este compuesto se caracteriza por ser inodoro e incoloro, lo que hace que sea complicado de detectar. Asimismo, la OMS ha asegurado en el comunicado que este tipo de armas son utilizadas en Siria desde 2012.