El canciller del país, Alexander Schallenberg, ha anunciado un nuevo confinamiento para los no vacunados, que afectará al menos a un 35% de la población. La medida se mantiene hasta el 24 de noviembre, dada la subida de contagios de coronavirus.
Hasta el momento, Austria registra un total de 64,36% de personas vacunadas. Según las estadísticas, es uno de los países con menos inmunizados en Europa occidental, y de los que más casos de coronavirus tienen. ‘El porcentaje de vacunación es vergonzosamente bajo y sin subirlo, no podremos salir de este círculo vicioso de la pandemia’, reivindicó el canciller.
La nueva medida afecta a aquellos que no hayan recibido la vacuna, que están obligados a permanecer bajo confinamiento domiciliario. Queda totalmente prohibido que los no vacunados vayan a comprar a cualquier tienda no esencial, a restaurantes, bares, gimnasios, eventos deportivos o culturales. Solo podrán justificar la salida de sus casas para ir al trabajo, a estudiar, de compras o a citas médicas. De esta medida, están exentos los menores de 12 años y todas aquellas mujeres embarazadas que certifiquen que han pasado la enfermedad en los últimos seis meses.
En ciudades como Viena, los ciudadanos que estén vacunados o hayan pasado la enfermedad, tienen también la obligación de presentar una PCR negativa o el pasaporte COVID para poder acceder al interior de los restaurantes o eventos que reúnan a más de 25 personas.
Desde el lunes, se han puesto en marcha refuerzos en las patrullas policiales, que podrán sancionar a los que incumplan con esta medida, con multas desde los 500 euros. Los establecimientos que se salten las nuevas restricciones, también podrán ser castigadas con multas hasta 3.600 euros.