Noticia escrita por Paula Salinas y Clara Mollá
La Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar) ha asegurado que España cuenta actualmente con la tasa europea más alta de personas adictas al juego, es decir, ludópatas, entre 14 y 21 años. Este trastorno implica, entre otras actuaciones, la pérdida de control, la dependencia emocional o la interferencia grave en la vida cotidiana. Esta investigación se ha realizado durante 2018 y 2019, bajo el título de jóvenes y juego on line, con la financiación del Ministerio de Sanidad.
Tras la realización de la última investigación, se ha podido destacar el caso de los menores de 26 años, cuyo porcentaje ha pasado del 0% antes del juego online al 44,64%, ya que este tipo es la principal causa de ludopatía en el país, a diferencia del bingo o el casino, entre otros juegos.
Además, empieza a ser más frecuente la presencia de jóvenes menores de edad adictos al juego on line gracias a la entrada en vigor de la ley 13/2011, que no regula, sino incentiva, el juego sin control de edad para su correcto funcionamiento. Dentro de esta ley, se acepta e incita a la existencia de promociones, bonos o anuncios para el comienzo de la partida, cuyo único resultado conduce a la adicción de esta.
El informe concluye que cada día son más los españoles que acuden en busca de tratamiento y solución a este problema; En estos casos, se consideran los motivos que le han llevado a comenzar, bien sea mediante actividades cuya finalidad sea la gestión de tiempo en favor de otras soluciones donde no intervenga el juego, o mediante la terapia cognitivo-conductual, es decir, un tratamiento personalizado dirigido a enseñar técnicas para que se reduzca el hábito de juego hasta eliminarlo.
Búsqueda de sentido y reconocimiento social como causas motoras
Según la organización Fejar, las causas que llevan a los jóvenes al juego son difíciles de concretar, ya que entran en juego varios factores: dinero, afecto… Chema Alejos, profesor de Humanidades de la Universidad Francisco de Vitoria, reconoce en una entrevista que los motivos no son solo económicos. “La búsqueda de sentido ordenada en la visión que tenemos de la vida y poder experimentar situaciones extremas y de impacto son razones que mueven al joven al juego”, explica Alejos.
“En la adolescencia puede parecer que la plenitud parece que se escape de la propia naturaleza”, afirmó el profesor.
Además, reconoce que puede ser un lugar de refugio para sentirse protagonista por un momento. “Muchos adolescentes reconocen que el juego les posiciona como alguien triunfador y es una forma de recibir afecto que legítimamente debería recibir, como es el de su familia, amigos…”, afirma el profesor.
Según Alejos, los jóvenes, a diferencia de los adultos, tienen más dificultad para encontrar la autenticidad en lo ordinario. “En la adolescencia puede parecer que la plenitud parece que se escape de la propia naturaleza y que ese deseo no se puede alcanzar. Sin embargo, experimentamos que esa correspondencia existe”, asegura el humanista. Por ello, Alejos afirma que buscan experiencias extremas, ya que no perciben el grado de peligro que tienen.
Aumenta el número de jóvenes que pide ayuda
Las campañas han impactado en la sociedad en los últimos años y cada vez son más los jóvenes que acuden a pedir ayuda. Según los datos que recoge la investigación, entre 2012 y 2015 se reconoce un aumento de los adolescentes que buscan asistencia para salir de su adicción. En 2015, los menores de 26 años fueron el 16% de las nuevas acogidas, mientras que antes de la legalización era el 3’8%.
Sin embargo, pueden aparecer dificultades al no reconocer qué ocurre en el interior del joven. “Si no sé poner palabras a lo que me sucede, solo puedo responder con aquello que la sociedad me ofrece”, reconoce Alejos.
Las fundaciones ofrecen soluciones adaptadas a los jóvenes
El profesor Chema Alejos reconoce que es imprescindible tratar la ludopatía para evitar la caída en otras dependencias. “Una adicción es la puerta a más adicciones. Es un dinamismo en el que nada es suficiente. Antes, valía con ir al casino, pero ahora también necesita las apuestas on line. En el fondo, lo busca es otra cosa y no lo hace en el lugar adecuado”, explica Alejos.
“Una adicción es la puerta a más adicciones”, explicó Chema Alejos.
Ante el problema de la ludopatía, varias organizaciones españolas tratan de responder mediante terapias adaptadas a los jóvenes y a sus familias, con el objetivo de acompañarlas. Una de ellas es la Asociación para la Prevención y Ayuda a la Ludopatía (APAL). “La ludopatía es una enfermedad que no se puede combatir solo”, así lo afirma la psicóloga Irene García, trabajadora de la organización. “Descubrimos que a medida que los jugadores aumentan el tiempo que dedicaban al juego, los familiares quedaban más afectados, y, por ello, decidimos realizar una terapia en grupo específicamente para familiares”, afirma la psicóloga.
El Centro Aluesa promueve el uso consciente de las tecnologías para que estas puedan ser fuente de colaboración y conocimiento. En esta organización no solo se trabaja para combatir la ludopatía, sino otras adicciones: Adicción al sexo, a las compras y otras conductas adictivas.