En un mundo cada vez más polarizado, la Unión Europea afronta un desafío en el contexto de la guerra en Ucrania. La posición europea, que durante la Guerra Fría estuvo bajo el paraguas de seguridad estadounidense, parece haber quedado atrapada en una dinámica de dependencia que ahora muestra sus limitaciones.
Desde la Segunda Guerra Mundial, Europa ha seguido la estela de Estados Unidos, y se ha beneficiado de su protección militar mientras consolidaba su economía con iniciativas como el Plan Marshall. Sin embargo, la expansión de la OTAN hacia el este y la incorporación de países con fuertes vínculos históricos con Rusia han generado tensiones crecientes con Moscú, que culminaron en el actual conflicto en Ucrania.
En 2014, la invitación a Ucrania para unirse a la OTAN fue vista como una provocación. Tanto el entonces presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, como la canciller de Alemania, Angela Merkel, se opusieron a esta medida, y anticiparon que podría derivar en una escalada bélica. A pesar de estas advertencias, la política europea ha seguido alineada con la estrategia estadounidense, generando una crisis energética que ha debilitado la economía europea y reducido su margen de acción geopolítica.
La dependencia de Estados Unidos se ha hecho más evidente con el sabotaje del gasoducto Nord Stream y el encarecimiento del gas licuado estadounidense. La ausencia de política y defensa ha dejado a Europa en una posición vulnerable, sin una estrategia clara para defender sus propios intereses.
Diferencias de valores entre Europa y Estados Unidos
Estados Unidos y Europa comparten valores fundamentales, pero con diferencias notables en su aplicación. La separación entre Iglesia y Estado, la percepción del racismo o la regulación de los medios de comunicación son algunos de los aspectos en los que difieren. Otro es que en Estados Unidos, se defienden las redes sociales bajo el principio de libertad absoluta, mientras que en Europa existe una tendencia a regularlas para evitar la desinformación y la manipulación.
«El futuro de la Unión Europea dependerá de su capacidad para forjar una política exterior independiente y coordinada», afirma Jacobo de Regoyos.
Jacobo de Regoyos, corresponsal de Onda Cero en Bruselas, ha explicado a Mirada 21 cómo es la relación entre ambos países: «El futuro de la Unión Europea dependerá de su capacidad para forjar una política exterior independiente y coordinada». Sin embargo, la necesidad de unanimidad en temas clave como defensa y política exterior hace que sea difícil alcanzar consensos rápidos y eficaces.
A corto plazo, es probable que Europa aumente su gasto en defensa para mantener la presencia de Estados Unidos en la OTAN, aunque esto podría traducirse en una mayor adquisición de material militar estadounidense en detrimento de la industria europea. «La falta de una estrategia propia deja a la Unión Europea en una posición de incertidumbre, mientras el mundo sigue evolucionando a un ritmo que exige respuestas rápidas y coordinadas», reconoce de Regoyos.
«La falta de una estrategia propia deja a la Unión Europea en una posición de incertidumbre», destaca de Regoyos.
Corresponsales europeos
Jacobo de Regoyos lleva 13 años siendo corresponsal en Bruselas. Sobre su trabajo diario, ha contado a Mirada 21 que hay que tener cintura como periodista en cualquier proceso y en cualquier lugar, pero en Bruselas especialmente porque hay muchísima más información de la que puedes hacer. Para ello expresó que hay que tener un instinto para elegir a qué te vas a dedicar en función de la actualidad.
Su experiencia en la capital belga le recuerda mucho a cuando él trabajaba en Madrid: «Estoy en contacto directo con las fuentes. Aquí hablas con los portavoces, con la Comisión, el Consejo, los ministros… A veces, también preguntas a los jefes de Estado y de Gobierno, buscas, llamas y te descuelgan. Eso ocurría mucho cuando hacía información local».
También recalca que, en su trabajo le parece muy curioso que la información sea tan directa. Es decir, toda ella surge en primera persona, con fuentes reales. «Aquí no esperas para hacer una noticia a que una agencia publique el teletipo», destaca Regoyos.
Ante todo, él sabe que su vocación es ejercer el periodismo y contar historias. «Se trata de convertir todo en un cuento, tienes que quitar de la historia todo lo que no interesa para no confundir la línea argumental y hacer de ello una historia que al oyente se le quede, porque si no transmites, no hay periodismo», explicó el corresponsal. Finalizó con una reflexión en la que afirmaba que para un periodista que ama la profesión, es muy reconfortante ser capaz de contar algo que has obtenido en primera persona sin que ningún otro medio lo haya publicado.