En los chats de WhatsApp, actualmente, es habitual encontrar numerosos audios con duraciones superiores a los 20 segundos. Normalmente únicamente cuentan algo importante los primeros treinta.
Por culpa de estos mensajes de voz instantáneos, se está perdiendo la costumbre de llamar por teléfono. Desde hace un par de generaciones, el 80% de los jóvenes ha desarrollado aprensión a llamar por teléfono. Pensar que tienen que hacer una llamada les genera ansiedad.
Según encuestas realizadas, el 55,9% de los jóvenes prefieren los audios sobre las llamadas tradicionales. El 88,2% restante lo hacen porque los consideran más rápidos, el porcentaje restante por vergüenza a la llamada.
El informe de la Fundación Telefónica Sociedad Digital en España afirma que los jóvenes de hasta 24 años duplican el uso de la mensajería instantánea en relación a las llamadas telefónicas.
La comunicación de las nuevas generaciones
Los partidarios de los audios de WhatsApp creen que estos mensajes hablados ofrecen ventajas.
En primer lugar, permiten una comunicación más rápida y efectiva. El mensaje queda grabado y el receptor del audio puede escucharlo cuando quiera. Sin embargo, en una llamada tradicional se habla en tiempo real y hace que la persona tenga que estar atenta a lo que le cuenta la persona.
Los audios son menos intrusivos que las llamadas. El mensaje puede escucharse en otro momento, la llamada tradicional no se puede posponer, a no ser que se cuelgue. Hay opción de dejar un mensaje en el buzón de voz, pero esto guarda grandes similitudes con los audios.
Otra ventaja de los audios es que son más baratos, económicamente hablando. Tan solo requieren de conexión a Internet, la cual es mucho barata que las tarifas móviles para poder hacer llamadas.
La nueva «rapidez» de la comunicación
La época actual es ansiosa, en la que lo más importante es estar informado al segundo. Pasa lo mismo con los mensajes, los audios permiten a las personas estar a un solo clic de escuchar sus voces sin necesidad de llamar.
Actualmente, numerosos jóvenes creen que lo más importante es: «Son muy cómodos para mandar una información cuando no puedes hacer una llamada». Asegura la estudiante Carla Ramírez. Aunque también hay personas, como la joven Vivi García, que opinan justo lo contrario: «Están bien, pero siento que se pierden partes de la conversación cuando son muy largos».
Del 55,9% de jóvenes que prefieren los mensajes de voz sobre las llamadas telefónicas, el 32,4% mandan audios de una duración superior a cinco minutos. El 11,8%, de más de tres minutos. Y el 23,5% de un minuto o menos.
Algunas redes sociales, como Instagram, han añadido la opción de mandar audios, pero con ciertas restricciones. Los mensajes de voz de esta red social no pueden durar más de un minuto. El problema del que se quejan los usuarios es que suelen encontrarse acumulados más de diez audios, y eso les genera más ansiedad y pereza que un solo audio de cinco minutos.
Snapchat también permite mandar mensajes de voz. Al igual que Instagram, la duración de estos audios tampoco pueden superar el minuto.
A pesar del auge de los mensajes de voz, escuchar la voz de una persona durante las llamadas hace que se desarrollen lazos más fuertes que con los mensajes de voz.