La Subdirección General de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura ha redactado el primer inventario de naufragios españoles en América. Un total de 681 barcos han sido situados en el Caribe y corresponden al periodo de tiempo entre los años 1492 y 1898.
Toda la información ha sido coordinada por el arqueólogo submarino Carlos León, con la colaboración de su colega Beatriz Domingo y la historiadora naval Genoveva Enríquez. Han recurrido al Archivo de Indias y al Museo Naval, además de a 420 planos antiguos, para redactar este inventario.
El proyecto sigue la política de Plan Nacional de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de España, y se ha llevado a cabo bajo los principios de la Convención de la Unesco de 2001. El objetivo no es localizar los barcos para extraerlos del fondo del mar, sino protegerlos de posibles saqueos u otros daños.
Los navíos se han localizado específicamente en los mares de Panamá, República Dominicana, Haití, Cuba, Bahamas, Bermudas y la costa atlántica de Estados Unidos. Una gran ayuda han sido las anotaciones detalladas de los funcionarios, que acompañaban a los ejércitos y a las flotas y tomaban nota de cada expedición.
El país con mayor número de restos arqueológicos de estos barcos es Cuba, con un total de 249, seguido de la costa atlántica de Estados Unidos, con 153, en la que, además, se encontraban las islas de los piratas, y la Antigua Florida, con 150. Sin embargo, en Panamá, por ejemplo, se han ubicado solo 66 naufragios.
«Los barcos españoles eran temibles, iban fuertemente artillados y podían cargar decenas de cañones”, dijo Carlos León, arqueólogo submarino.
Según Carlos León, el 92,1% de los naufragios fueron provocados por causas meteorológicas y el 1,4% por batallas con países rivales, mientras que solo un 0,8% se debe a ataques piratas: “Lo de los piratas es más leyenda. Los barcos españoles eran temibles, iban fuertemente artillados y podían cargar decenas de cañones. Daban más miedo ellos a los piratas que al revés”.
En el inventario realizado por el Ministerio de Cultura quedan recogidos la ubicación de los restos, el nombre de la nave, tipo de barco, nombre del capitán, tripulación, pasajeros, armamento y carga.
Entre las embarcaciones que han sido ubicadas, se encuentran algunas muy conocidas, como la nao Santa María, que fue, además, la primera que se hundió en aguas americanas. Por parte de Cristóbal Colón se perdió esta nave, además de otras como la Vizcaína en Panamá. También destacan las dos carabelas de Vicente Yáñez Pinzón o las dos naos de Juan de la Cosa y Núñez de Balboa.
Los especialistas de la Subdirección General de Patrimonio Histórico prefieren llamar a este inventario mapa del patrimonio cultural sumergido, ya que se ha ceñido a los hundimientos en el Caribe y la costa Atlántica de EE.UU, y aún quedan por investigar el Pacífico, el Atlántico Sur o Filipinas.