Mario Carrión: “El papel a veces llora por ti”

- Ocio-cultura - 22 de diciembre de 2016
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Puntual, a las 19:30 h en la boca de la estación de metro de Tribunal, Mario Carrión llega con unos cascos y su móvil en la mano. “Este barrio es como mi segunda casa” explica refiriéndose al barrio de Malasaña. Carrión es integrador social de profesión y supervisa un piso en donde viven personas con diferentes enfermedades mentales. Además acaba de publicar su primer poemario: Resiliencia.

¿Desde hace cuánto escribes?

Cuatro años, y bueno, además Facebook me recordó hace poco un acontecimiento de mi vida que hizo que yo empezase a escribir: me dejó mi novia porque se fue con mi mejor amigo. Entonces ahí fue cuando comencé un poco a desahogarme, a intentar que la poesía fuese mi manguito, mi manera de salvarme un poco del dolor.

En la carta de presentación que incluiste en tu libro, te defines por factores externos (se ríe) pero también en ella incluyes que tu ex novia te dejó por tu ex mejor amigo, ¿eso te define?

Bueno, define el libro. A fin y al cabo, ahí es cuando empecé a escribir entonces sí define.

¿Escribir sobre las experiencias del desamor y el abandono hace que duelan menos?

Sí, yo creo que desahoga; una vez que empiezas a escribir ya lo has soltado, ya está ahí en el papel y el papel a veces llora por ti, por así decirlo…

¿Cómo nació el sueño de escribir un poemario?

Pues fui recopilando textos y, bueno, me apetecía dar respuesta a todos esos mensajes de la gente de las redes, de querer tenerlo en las manos y no solamente en un blog o en 140 caracteres.

El libro se divide en cuatro partes…

Sí, más o menos en cuatro capítulos: primero, hablando de la chica por la que empecé a escribir, la que me dejó por mi mejor amigo; la segunda parte es de familia y amigos; la tercera es de personas que me han ido marcando, chicas principalmente, y luego la cuarta parte es sobre mi pareja actual.

Dedicarle algo tan grande a una persona es algo arriesgado, ¿no crees?

Bueno, eso es como el que se tatúa el nombre de su pareja y luego le deja (se ríe), es que ella forma parte de esta historia, del presente y de ojalá el futuro. No creo que sea una cosa de la cual me vaya a arrepentir, imagino que el que se hace un tatuaje dirá lo mismo que yo ahora, pero para eso existen las segundas o terceras ediciones.

En el prólogo que te escribió Carlos Salem, él saluda a tus dos señoras, ¿a quiénes se refiere? Si se puede saber, claro. 

A la vida. Es que Carlos y yo tenemos muchas bromas, entonces yo siempre le llamo “señor” y él siempre le llama “señora” a mi novia… Entonces, la señora de mi vida y la señora rubia, que es Marta (su novia). (Se ríe)

¿Qué dirías que hace a una persona ser poeta?

Uf, es que la palabra poeta… Yo escribo. Es que la palabra poeta no es que me dé repelús, pero es como una definición muy exacta, entonces no me gusta.

Integrador social y escritor, ¿con cuál de las dos te sientes más cómodo?

Con integrador social. Yo quiero ser reconocido algún día como integrador social, no como escritor o poeta. Es lo que más me motiva.

¿Qué es lo que te motiva a diario a dedicarte a eso?

Cada día me levanto feliz porque es un colectivo muy agradecido, porque cuando se ven avances, esa gente lo agradece y lo vive. Me encantaría no tener este trabajo y que no me necesitasen, eso sería lo ideal para el mundo.

«Me encantaría no tener este trabajo y que no me necesitasen»

Pero tú no escribes sobre ello…

No… solo una vez escribí un texto al salir enfadado con el ponente de una conferencia, pero no me inspira, estaría muy bien escribir sobre ello, al igual que sobre la política, pero no me salen tantos poemas como del amor y del desamor.

 ¿Cómo superas el bloqueo creativo?

Con el tiempo. No hay que insistirse, yo, por ejemplo, llevo como 3 meses sin escribir por el tema del libro; he retocado los textos pero no he escrito nada nuevo y tampoco tengo prisa, estoy viviendo un momento feliz de presentar el libro y van a llegar más presentaciones por más ciudades…

¿Cuál es tu mayor miedo?

Las avispas y las abejas (se ríe)… (Se lo piensa un poco) Tener una enfermedad mental y sentirme incomprendido.

En tu libro se menciona que le pones la playa a Madrid con tus ojos…

Sí, bueno eso es una cosa que… (se ríe) lo escribe mi amiga Paula, que también fue quien hizo la foto de la portada y queríamos buscar que alguien me definiese. “Mario le pone la playa a Madrid…” porque siempre se dice que a Madrid lo único que le falta es playa.

En el reverso del libro hay una imagen del mar con un verso sobre este, ¿qué simboliza el mar para ti?

El mar dicen que cura las cicatrices, yo soy una persona que creo que tiene muchas cicatrices o heridas, cosas por cerrar… La contraportada es el mar de Marbella y tiene que ver mucho con la portada en la que sale Pablo Raez, quien tiene una herida, y dicen que el mar cura, entonces por eso esa frase.

¿A qué le das mayor importancia en tu vida?

A la salud. Y a los amigos y a la familia, le doy mucho, mucho valor. Sobre todo al baremo de la amistad: a las bases de una amistad, cómo debe ser un buen amigo, porque si luchas por una amistad que no va a llegar a nada, dejas de fortalecer otras que a lo mejor sí merecen la alegría.

¿Tú eres de los que se proyectan mucho al futuro o de los que disfrutan el presente al máximo, o de los que ven hacia atrás para guiarse al actuar?

Yo vivo el día a día. Mañana sé que es domingo y me apetece tomarme un vino con mi madre o con mi padre, o con mi novia… Yo en mi cuenta bancaria tengo dinero para ir viviendo, no voy a ahorrar, estaría muy bien, pero imagínate que empiezo a ahorrar y mañana me pasa algo, ¿sabes? Tampoco soy un mano rota, hay un termino medio, pero no ahorro.

«Yo en mi cuenta bancaria tengo dinero para ir viviendo, no voy a ahorrar.”

Entonces, si yo te preguntara cómo te ves de aquí a 20 años, ¿qué me dirías?

Con más arrugas de sonreír y de llorar pero… (empieza a calcular según su edad actual, 23) Yo creo que ya me vería con algún hijo, me gustaría adoptar también y quiero seguir trabajando en el mismo sitio porque estoy muy contento, a lo mejor en otro puesto más ascendente y más cómodo, pero no me veo de otra manera.

Mario menciona que su libro favorito es La tregua, de Benedetti, que sus referentes en la poesía son Irene X, Escándar, Karim Chergui, entre otros muchos… Terminó leyendo en alto uno de sus poemas mientras planificaba cuáles leer en la presentación de su libro titulado a partir de lo que la gente con la que trabaja le ha enseñado: la resiliencia.