Las mujeres ganan el Goya

- Ocio-cultura - 5 de febrero de 2018
Recepción de todos los nominados a los Goya.

La noche del sábado 3 de febrero no fue solo la noche del cine español. Ninguna de las películas logró eclipsar a la figura de la mujer cineasta, la verdadera protagonista de la 32ª edición de los Goya. El luto de los Globos de Oro y la rosa blanca de los Grammy fueron sustituidos por un abanico rojo que pedía, bajo un hashtag, #MásMujeres en la industria cinematográfica. Como ya adelantó el humorista Ernesto Sevilla, uno de los presentadores de la gala, la política quedó relegada a un segundo plano. Los únicos que se dirigieron directamente al Gobierno fueron los representantes de la Academia de Cine. Hablaron en nombre de su presidenta, Yvonne Blake, quien continúa recuperándose del ictus que sufrió a principios de año. Los otros ganadores Handia conquistó la gala con sus diez galardones, se convirtió en la tercera película de la historia que más premios recogía, los mismos que La isla mínima y Blancanieves. Desde el cabezón a Mejor Actor Revelación, para Eneko Sagordoy, hasta Mejor Guion Originaly Mejor Música Original, además de las categorías técnicas de Mejor Diseño de Vestuario, Mejor Montaje, Mejor Dirección de Producción, Mejor Dirección de Fotografía, Mejor Maquillaje y Peluquería y Mejores Efectos Especiales. La historia del gigante vasco creada por Aitor Arregi, a pesar de sus 19 nominaciones, no era la favorita de la lista. Verano 1993, la película seleccionada para representar a España en la carrera al Oscar y la triunfadora en los Premios Gaudí y Feroz, se fue a casa con solo tres goyas: Mejor Dirección Novel (Carla Simón), Mejor Actriz Revelación (Belén Cusí) y Mejor Actor de Reparto (David Verdaguer). La directora dedicó su premio a las dos pequeñas actrices que protagonizan Verano 1993. “Son niñas, y si tienen un día malo no lo disimulan. Tienen esa pureza, son el centro. Fue hermoso porque como actor adulto te tenías que quedar en un segundo plano, dejar el ego, dejar los miedos a un lado y estar por ellas. Gracias a ellas he estado aún más al servicio de la película”, apuntó Simón.

Isabel Coixet dedicó su Goya a Mejor Directora «a las librerías. A la gente que todavía compra libros. Que lee. Y que va al cine”.

Todavía en la línea de la mujer cineasta, la gran sorpresa de la noche llegó con la película de Isabel Coixet. La Librería hizo triplete, como Verano 1993, pero el suyo fue con los premios más reconocidos de la noche: Mejor Dirección, Mejor Guion Adaptado y Mejor Película. Cada vez que la directora subía al escenario, lo hacía más nerviosa, pero no se olvidó de dedicar sus premios «a las librerías. A la gente que todavía compra libros. Que lee. Y que va al cine”. El Autor solo se hizo con dos galardones, Adelfa Calvo y Javier Gutierrez como mejores actores. El intérprete dedicó su premio a «todos los compañeros que no solo no tienen la suerte de recoger premios, sino que ni siquiera les suena el teléfono y no tienen la mínima posibilidad de demostrar su talento.» No sé decir adiós y La Llamada se llevaron el mismo número de goyas, como El Autor, solo recogieron uno, Mejor Actriz (Natalie Poza) y Mejor Canción Original. Leiva subió a recoger su primer cabezón, por la canción de La Llamada, que dedicó a los Javis, pero en especial a «su amor», Macarena García. Gustavo Salmerón subió con su madre a recoger el Goya a Mejor Largometraje Documental por Muchos hijos, un mono y un castillo, la divertida historia sobre la entrañable Julita Salmerón, otra protagonista femenina cargada de fuerza e ingenio. Entre los premios a Mejor Cortometraje, ganaron Woody & Woody,de Jaume Carrió (Animación), Madre, de Sorogoyen (Ficción) y Los desheredadosde Laura Ferrés (Documental). La más aburrida de la historia La gala del sábado fue líder de emisión, pero cosechó los peores datos de audiencia de la gala de premios al cine español de la última década. Sus presentadores, Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla, fueron criticados en las redes sociales hasta tal punto que, al acabar la ceremonia, fueron tendencia los mensajes nostálgicos a Dani Rovira.

El humor de los creadores de La hora chanante siempre ha sido, en palabras de Ernesto Sevilla, «surrealista, abstracto y absurdo«. Según la audiencia, a sus intervenciones les faltó ritmo y gracia, eso, los discursos feministas en los interludios y el empeño de los presentadores por hacer la ceremonia más corta, hicieron que la ceremonia fuera calificada como «la más aburrida de la historia».