
La inmigración es un tema de importancia para España, que acoge a numerosos extranjeros, especialmente de América del Sur. En 2022, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), vivían 1.173.900 sudamericanos en territorio español. En la actualidad, es habitual tener amigos o relacionarse con personas de origen ecuatoriano, peruano y venezolano, entre otros
Razones de la inmigración
Hay una innegable familiaridad y atracción hacia la cultura y las lenguas españolas que hacen que sea más fácil para los sudamericanos integrarse en España. Muchos países de Sudamérica han experimentado crisis económicas y políticas en las últimas décadas, lo que ha llevado a la emigración de sus ciudadanos en busca de mejores oportunidades. España ha sido una opción atractiva debido a su posición geográfica, su idioma común y su economía relativamente estable.
España ha tenido una necesidad constante de mano de obra en ciertos sectores, como el turismo y la construcción, que han atraído a trabajadores sudamericanos. Además, España es parte de la Unión Europea y, por lo tanto, es relativamente fácil para los ciudadanos sudamericanos obtener visados y permisos de trabajo para residir y trabajar legalmente, gracias a los lazos familiares con antepasados europeos.
Madrid cuenta con 292.938 sudamericanos, según el INE, comparada con otras localidades españolas, es una ciudad muy grande, con una gran oferta de empleo y oportunidades laborales en diversos sectores, y está en el primer puesto de tasa de empleo del país.
Otra razón para que la capital sea el principal punto de desembarque, es que es una ciudad multicultural y cosmopolita, con una amplia oferta cultural y de ocio. Esto puede ser atractivo para los inmigrantes que buscan integrarse en una comunidad diversa y abierta, además de contar con referencias latinoamericanas en la gastronomía, ya que se pueden encontrar numerosos productos provenientes desde la otra parte del mundo.
Madrid tiene también una mayor oferta de vivienda y alquileres más razonables que en otras ciudades como Barcelona o Valencia. Esto puede ser una ventaja para aquellos inmigrantes que desean establecerse de manera permanente en España y necesitan encontrar un lugar para vivir.
Punto de vista de un inmigrante
Mirada 21 ha hablado con Eugenia, una argentina que emigró con 22 años y que lleva 10 años en España, donde ha estudiado, montado una empresa y hasta formado una familia.
“Me fui de Argentina por la economía inestable, si bien tenía una empresa de fotografía deportiva, con la que ganábamos bien, la inestabilidad de los bancos, el ahorro y la moneda imposibilitaban el crecimiento” reconoce Eugenia.
“Preferí España porque, cuando viví en otros países como Francia, por ejemplo, ya había conocido España, y una vez llegado el verano sabía que quería volver a España, por la lengua y el clima, sobre todo”.
Además, al ser preguntada por la elección de Madrid frente al resto de comunidades, Eugenia destaca: “Mis primeras ciudades donde intenté vivir fueron Barcelona e Ibiza, fueron de las peores de las experiencias posibles. Una vez que me traslade a Madrid en el 2015, la cosa fue totalmente diferente, pude comenzar a trabajar de mi profesión y, es más, ¡forme una familia!”.
Madrid es una de las ciudades por excelencia para los inmigrantes en Europa, y en España es la más habitada por sudamericanos.
En cuanto a la dificultad de los inmigrantes latinoamericanos para conseguir trabajo, Eugenia destaca: “Sí, creo que la primera dificultad es la incoherencia que es el trámite para poder conseguir una residencia, la cual demora cuatro años que debes estar en España sin moverte”.
“Además, el sistema para emprender, los porcentajes que se debe pagar como autónomo, que son bestiales, la cantidad de permisos, tasas, burocracia, son cosas que no había visto en otros países”, enfatiza Eugenia.
Aunque se pueda criticar o echar la vista atrás con ciertos temas, es evidente que, aunque aquí haya cosas a mejorar en aspectos económicos y financieros, quien vivió ambas realidades suele saber poner en la balanza las diferencias respecto a los países sudamericanos.
La inmigración no solo tiene un impacto en quien emigra y en sus países de origen, sino que también afecta a la sociedad y a la economía españolas. Por un lado, la inmigración puede contribuir al enriquecimiento cultural y aportar nuevas perspectivas y habilidades al país de acogida. Por otro, también puede generar tensiones y desigualdades en el mercado laboral y en el acceso a servicios públicos. Por esta razón, autoridades y organizaciones trabajan en estrategias que promuevan una migración segura y que permita integrarse a los que llegan y contribuir al desarrollo de la sociedad