La subida del precio de la luz durante los últimos meses ha provocado que varios países de Europa estén proponiendo medidas para reducir los costes. Los líderes de los países europeos creen que se trata de un problema grave y que requiere una rápida solución.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha centrado en intentar estabilizar el precio de la luz para que las familias y las empresas españolas puedan pagarla sin problemas. Esto se debe a las numerosas quejas de los ciudadanos españoles que apenas pueden llegar a fin de mes. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha manifestado que se podrían llegar a tomar medidas parciales, aunque sería complicado.
Además, España se ha dirigido a Francia, que también presenta un precio elevado de la luz, para evitar posibles problemas con el resto de Europa.
El gas, el principal problema
El origen del problema se encuentra en el gas, que es utilizado para generar energía, cuyo precio ha ido aumentando con el paso del tiempo. Al producirse más costes al generar electricidad, esta resulta más cara. El actual conflicto entre Rusia y Ucrania también está afectando a la subida de precios. Otros factores que han influido sobre el coste de la luz son la demanda de los consumidores y el coste de las emisiones por CO2, que es lo que las empresas deben pagar por contaminar el medio ambiente.
Respecto a este asunto, Teresa Ribera ha expresado que quizá se ponga un precio máximo sobre el gas natural y el mercado eléctrico, y al mismo tiempo que puedan ser independientes el uno del otro.
En España, se ha planteado la opción de actuar al margen de Europa, en el caso de que esta no aportase soluciones a corto plazo. El problema es que no podría llevarse a cabo porque España no puede modificar los precios sin distorsionar el mercado eléctrico. La Comisión Europea, mientras tanto, lleva meses evitando “sobrerreaccionar” ante esta situación.
Varios países europeos ven esta medida como una prioridad máxima para evitar un impacto negativo sobre los ciudadanos y empresas. Meses atrás, París manifestó que debía regularse mejor el mercado y las reservas de gas. Por ello, España espera una respuesta por parte de países cercanos como Francia y Portugal para que apoyen su iniciativa y puedan reducir el precio de la electricidad.