El Parlamento Europeo, adoptó, el 23 de noviembre, con 494 votos a favor, 58 en contra y 44 abstenciones, una resolución en la que se designa a Rusia como «Estado promotor del terrorismo» y como un «Estado que utiliza medios terroristas», y que la invasión y todos los actos que llevan en curso desde febrero en Ucrania «constituyen actos de terror contra la población ucraniana y crímenes de guerra».
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, solicitó que sus vecinos europeos calificasen con esta etiqueta a Rusia. Sin embargo, el Parlamento Europeo carece de las competencias para otorgar a esta acción algún tipo de consecuencias, por tanto, se trata de un gesto puramente político.
Un gesto político
Dado que el Parlamento no puede designar legalmente a los países como patrocinadores del terrorismo, los eurodiputados piden a los estados miembros de la Unión Europea que proporcionen el marco legislativo necesario y consideren la posibilidad de añadir a Rusia a dicha lista. Esto supondría la imposición de una serie de medidas restrictivas, con consecuencias de alcance para los vínculos entre la UE y Rusia. «El Parlamento Europeo tiene la potestad de adoptar legislaciones, y una resolución no lo es, simplemente es un documento donde se presenta la posición política de la Unión Europea», ha afirmado Julio Guinea, profesor de la asignatura Mundo Actual: Europa en la Universidad Francisco de Vitoria. «Si los jefes de Estado y los gobiernos deciden reconocerlo a partir de lo que el Parlamento ha dictado, sí que habría consecuencias directas, pero mientras tanto, no», ha añadido.
Esta resolución no cuenta con ninguna consecuencia política, sin embargo, «lo hacen porque aunque no tengan competencias, es la voz del Parlamento Europeo y, además de esclarecer la posición de la UE respecto a este tema, también es un gesto de solidaridad política», ha aclarado Julio Guinea. No obstante, de momento no hay ningún país que haya acuñado este término.
Más medidas incluidas en la resolución
El Parlamento Europeo añade en la resolución el deseo de que la Unión Europea aísle aún más a Rusia a través de organizaciones y organismos internacionales de las que forma parte el país que preside Vladimir Putin. Los eurodiputados también abogan por cortar lazos diplomáticos con Rusia, limitar el contacto con los representantes oficiales rusos y cerrar las instituciones relacionadas con el Estado ruso que promueven la propaganda estatal, como los centros de ciencia y cultura.
Además, a la vista del aumento de actos de guerra del Kremlin contra los ciudadanos ucranianos, la resolución insta a los estados miembros a que concluyan sus trabajos para un noveno paquete de sanciones contra Moscú. Desde el Parlamento Europeo se pide a los miembros de la UE que realicen esfuerzos para prevenir, investigar y perseguir los intentos de eludir las penalidades actuales, y que, de la mano de la Comisión Europea, se enuncien medidas contra los países que ayudan a Rusia a eludir las vigentes.