El compositor y letrista Stephen Sondheim murió, el 26 de noviembre, a los 91 años en su casa de Roxbury, Connecticut (Estados Unidos), según informaron fuentes cercanas a la familia a The New York Times. Sondheim que dio vida a musicales como West Side Story y Gypsy.
Tenía un gran talento musical y literario, comenzó cuando tenía 27 años con West Side Story, una de las obras que más ha perdurado del teatro durante la segunda mitad del siglo XX. Entre sus creaciones más conocidas se encuentran: Company (1970), Follies (1971) o Sweeney Todd (1979). La temática de sus obras desmintió el tópico el tópico de que el teatro musical es un género menor, un entretenimiento leve en el que los actores cantan y bailan sin motivo aparente para que los espectadores disfruten de un rato más entretenido que el que ofrecen en un teatro normal.
Sondheim trató en sus obras las relaciones de pareja (Company), la engañosa memoria de la escena (Follies), la tradición del asesinato político en Estados Unidos (Assassins), el imperialismo estadounidense en Asia (Pacific Overtures) y hasta la obra del pintor puntillista Georges Seurat (Sunday in the Park with George). Dijo en cierta ocasión: “No es que quiera hacer infeliz a nadie, pero tampoco me interesa no ahondar en los problemas de la vida, porque si no es de eso, no sé de qué escribiría”.
Sondheim trascendió el teatro musical y sus obras fueron cantadas por divas de la música pop como Bárbara Streisand, Liza Minnelli y Madonna.
A diferencia de otros compositores de Broadway, las obras de Sondheim cuidaba tanto la música como el libreto. Tras comenzar como letrista para obras como West side story, en la década de los 50, en 1962 estrenó A funny thing happened on the way to the forum, una comedia inteligente y absurda que le valió su primer premio Tony (consiguió nueve) y que se llevó a otros países, entre ellos estuvo España, como Golfus de Roma.
Fue Company, que se estrenó en Broadway en 1970, la obra que le consolidó, un análisis de los neoyorquinos y sus neurosis. Los 70 y 80 fueron su época más fecunda, los años en que el nombre Stephen Sondheim se grabó para siempre en el imaginario popular de Estados Unidos y del resto del mundo, con Follies, Sweeney Todd o Into the woods.
Un teatro de Broadway recibió su nombre. Obtuvo la medalla al mérito presidencial, de manos de Barack Obama, en 2015, y se le concedió un Tony en homenaje a toda su carrera.
En su libro de 2010, Finishing the hat, el primer recopilatorio de sus letras con comentarios, hizo un resumen de su forma de componer, que se basaba en: el contenido de las canciones dicta la forma; menos, es más, o la austeridad es lo mejor, y Dios se encuentra en los detalles. Era un perfeccionista, un poeta y un intelectual, según los críticos.