La Universidad Francisco de Vitoria (UFV) celebró, el 31 de octubre, vigilia de Todos los Santos, The Body Fest: la Teología del Cuerpo como nunca te la habían cantado. En este festival sobre la Teología del Cuerpo de san Juan Pablo II se abordó la importancia de que el ser humano está herido y es pecador, pero como «Torre de Pisa» está bien hecho. También se habló de una visión de redención, de encuentro con Cristo y de la vida matrimonial.
Además, al evento asistieron grupos como Oswaldo y Arce, Kénosis, Trigo13 y Hakuna, que interpretaron canciones relacionadas con lo que expusieron los ponentes. En The Body Fest participaron más de 1300 personas, jóvenes y familias que disfrutaron de la música y las ponencias. Desde casa también se pudo ver la experiencia gracias al directo.
Este festival siguió un hilo conductor: «quiénes somos, somos varones y mujeres, somos hijos amados de Dios, somos redimidos y por último somos llamados a algo». Fue una introducción a las catequesis de san Juan Pablo II sobre la llamada Teología del Cuerpo, por la se puede conocer a Dios a través del cuerpo.
Juan Pablo II
The Body Fest empezó con un vídeo de san Juan Pablo II, con su famosa frase «No tengáis miedo de mirarlo a Él». Los presentadores y formadores de la UFV, Álvaro Quesada y Patricia Maxwell, explicaron en qué consistía este festival, con canciones, charlas y oración.
Los presentadores introdujeron a Karol Wojtyla y explicaron qué es la Teología del Cuerpo. «A través de nuestro cuerpo podemos conocer a Dios», afirmó Maxwell. Quesada añadió que el cuerpo revela a Dios «por el hecho de que el verbo de Dios se ha hecho carne, ha entrado en algo divino».
En un clima de oración y con acordes de guitarra se invoca al Espíritu Santo, con la canción Ven Espíritu ven. Los presentadores introducen a Rosario Pelayo.
El valor del ser humano
Rosario Pelayo, doctora en Farmacia y máster en Psicología de Familia por el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II, explica que «el cuerpo revela a la persona», una frase que ayuda a conocerse mejor y «a responder a las dos grandes preguntas: ¿Quién soy? y ¿Quién estoy llamado a ser?».
«Existen muchos gestos para expresar amor, pero no todos significan lo mismo»
Pelayo explicó ponente nos habla de los grados de expresión del amor, un beso, una caricia, un abrazo o incluso el sexo. El cuerpo expresa lo que hay en el corazón, pero a veces puede mentir. Además, contó que todo lo que se hace con el cuerpo afecta: «Todo nos aporta y nos construye o nos destruye, nos deja una huella».
Después de la intervención de Rosario Pelayo, Hakuna subió al escenario para interpretar Pasión de Dios y Nacidos de lo Alto. Un momento donde la gente se entusiasmó, se levantó para cantar estas dos canciones con mucho ímpetu.
Ser hombre y ser padre
Eduardo Navarro, director adjunto del programa Aprendamos a amar (del Instituto Desarrollo y Persona UFV) explicó la vocación del padre de «proteger y servir» y el núcleo de la paternidad
«Ser padre es entregarse, consiste en aceptar voluntariamente que a través de ti va a crecer otra persona, una gran responsabilidad», afirmó Navarro. Esta paternidad la vivimos como hombres y como mujeres donde Dios tiene una «paternidad mayor que la del padre físico», afirmaba Eduardo.
Eduardo Navarro también comentó un experimento en el que se quería ver cómo abrazaban los padres y cómo las madres a un bebé. Dijo que las madres abrazaban al bebé como se suele hacer para darle de mamar. Los padres lo que hacían era lanzar el niño por los aires, levantarlo por encima de su cabeza mirándolo a los ojos, y si lo abrazaban lo dejaban mirando hacia fuera.
Álvaro Vega descubrió la Teología del Cuerpo tras su conversión en el campamento de Yiós. Explicó que la vocación originaria a la paternidad es un camino y «puede verse en el catequista, en el profesor o en el monitor, y que tenían una misión: ser ejemplo del amor de Dios, en tu forma de actuar demuestras lo que conoces de Dios».
Con la foto del hijo pródigo, Vega explicó lo importante que es que sea padre y que gracias a Él si te falta un padre puedes saberte amado. Para terminar pidió: «Recemos por los padres y que San José nos haga padres».
Después de la ponencia subieron al escenario para cantar Owaldo y Arce.
Ser mujer
En la ponencia Ser mujer intervinieron Marta Rodríguez, consagrada del Regnum Christi y coordinadora del área académica del Instituto de Estudios Superiores sobre la Mujer, y Blanca García, antigua alumna de la UFV
«La plenitud de la imagen de Dios de la mujer se encuentra en su ser madre, y del ser varón en su ser padre», explicó Rodríguez. García añadió que las mujeres están «un poco desconectadas de su corazón», ellas no se saben autosuficientes y en muchas ocasiones no se dejan «ayudar por un varón», y es porque no están «conectadas con su cuerpo».
Ambas ponentes explicaron los rasgos del cuerpo femenino que hablan de los anhelos de la mujer: los genitales, el ciclo menstrual, el embarazo visto como una acogida y la mujer como alimento tanto del bebé como de los espermatozoides.
«Las mujeres son muy sensibles a la mirada del varón», destacó Blanca García, y lo relacionó con un profundo anhelo de la mujer para que la miren profundamente, mirarla bien y por su belleza.
«La mujer ama acogiendo al otro y haciendo espacio en el interior»
Después, explicaron que la mujer es acogida tanto en su forma de amor como en su embarazo. «Acoge dejando espacio», dijo Blanca García. La mujer es también alimento, por su lactancia y porque los espermatozoides cuando entran en el útero «se sirven del moco cervical para ser fecundos y potencia la fecundidad del hombre», destacó Marta Rodríguez, quien añadió que el primer sagrario fue el vientre de María.
The Body Fest se fue animando, y subió al escenario el grupo Trigo13, que cantó En ti perfecto y No te canses Madre.
La paternidad de Dios
Después de un vídeo narrando y visualizando el momento de la concepción donde se muestra una luz, subieron Gonzaga de Bufarrull, cofundador de Yiós, y María Fernández, antigua alumna de la UFV. Ambos resaltaron que el ser humano fue llamado de la nada a la existencia por Dios. «Primeramente nos pensó, nos amó y nos creó», destacó De Bufarrull. La verdadera identidad es ser hijos de Dios.
«Alguien por amor nos ha creado»
El principio de todo está en el Génesis. Fernández detalló la importancia del verbo «hacer», Dios hizo, hizo, y llegó un momento que pasa a ser plural: «Hagamos, hagamos, hagamos». El ser humano está creado por alguien, alguien que ha pasado y hace.
En relación con el misterio de la Trinidad, María Fernández expuso un ejemplo en el que aparecía un círculo donde estaba escrito Padre, Hijo y Espíritu Santo. «Hay un Padre que tiene tanto amor que sale de sí ese amor, se desborda y lo tiene que recibir alguien, esa es la dinámica del amor: dar y recibir amor», añadió.
«El Hijo recibe el amor y lo devuelve y la fuerza viene del Espíritu Santo»
Una trinidad divina que desprende amor y que gracias a ese don nace el ser humano. Dios es fecundo y el fruto es el hombre, de un amor que es desbordante, un don de Dios, y puesto que todos los hombres vienen de Él, son todos hermanos, porque tienen un padre en común. «Y somos amor andante», enfatizó María Fernández.
Después, subió al escenario Hakuna en un silencio de reflexión y tras unas breves palabras para entrar en oración cantamos Un segundo y Dime Padre.
Hijo amado
Ignacio García, estudioso de la Teología del Cuerpo, se preguntó «¿Por qué no hago el bien que deseo y hago el mal que no quiero?». Junto con Ana Gabián, apasionada del amor y del humanismo, contestó que esto se debe a que el hombre ha tenido una ruptura con Dios, con sí mismo y con los demás. Además, ambos explicaron que, tras la expulsión del paraíso, el ser humano se ha «escindido del amor».
«A pesar de tener esta concupiscencia, a pesar de tener esa tendencia a pecar, podemos escoger el bien, estamos llamados al bien, hacia lo bueno, bello y verdadero. Es gracias a la libertad que podemos cogerlo»
García y Gabián resaltan: «Estamos bien hechos, pero fruto del pecado original tenemos la concupiscencia, donde el demonio ha empañado el espejo donde nos relacionamos». Y pusieron el ejemplo de la Torre de Pisa, la torre está inclinada, pero no se cae y pese a ello la gente se sigue haciendo fotos porque reconoce lo bella que es.
Después de esta intervención, en un ambiente de reflexión, Trigo13 subió al escenario y cantó Lo pobre de mí ser y Remuévame.
Ser hombre redimido
Posteriormente, Quique Mira, quien se convirtió al cristianismo y fundó AUTE, detalló que la vida según la carne no da la felicidad plena, y se puso a sí mismo como ejemplo. Mira reconoció que a través de la mirada del padre Javier se encontró con Jesús, y «fue descubrir que había otro que irrumpía la historia de la humanidad para decir Quique te amo, te prefiero y quiero hacer un camino contigo. Una experiencia real, un encuentro con Cristo».
Quique Mira resaltó lo importante que es el punto de partida: «Yo me reconozco hijo amado». Cristo revela el hombre al hombre encarnándose y despojándose de su condición divina.
Mira concluyo pidiendo ser testigos de un amor más grande: «Somos redimidos, somos salvados y su cruz ya ha vencido». Y citó a santa Catalina de Siena: «Si sois lo que tenéis que ser prenderéis fuego al mundo entero».
A continuación, subió al escenario el grupo de jóvenes Kénosis para cantar Resucitados.
El matrimonio
Al finalizar la canción, el matrimonio formado por Sergio Bringas y Lorea Iturrioz narró lo impresionante que es ser esposo y esposa, una forma de amor en la que se apoyan y se soportan en el dolor y el sufrimiento.
Bringas e Iturrioz enfatizaron que el amor existe, es verdad, es camino y es ordinario. Además, contaron su historia de matrimonio, una historia con un trágico momento, en el que 10 días antes de que se casase su hija estuvo ingresado en el hospital, a punto de morir, por un atropello en el aparcamiento del hospital. Tuvieron que amputarle la pierna y empezó un trabajo de perdón y espera de Dios
El día de la boda tuvo que estar en la camilla sentado, pero no le impidió ver a su hija casarse y tomar la decisión más importante de su vida. Además, puso un vídeo donde se veía cómo fue la boda, cómo le bajaban de la ambulancia, le subieron por las escaleras a la Iglesia y fue llevando a su hija al altar en camilla.
«El hombre no puede vivir sin amor»
El hombre permanece para sí mismo, un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela al amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente. Sergio Bringas y Lorea Iturrioz mostraron su ejemplo de amor y de saber esperar, de discernimiento, estudio y la decisión de amar, perdonar y continuar viviendo.
A continuación, Hakuna volvió a subir al escenario para cantar Vértigo. Después de un descanso, se expuso el Santísimo en el escenario, se rezó durante toda la noche con gente tocando la guitarra y cantando y alabando a Dios. El Santísimo quedó expuesto toda la noche, hasta las 9:00 h del 1 de noviembre, cuando se celebró la misa de Todos los Santos.