Pedro Sánchez, presidente de la Internacional Socialista

- ESPAÑA - 13 de diciembre de 2022
Pedro Sánchez, primer español en presidir la Internacional Socialista. Foto: Twitter @PSOE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue nombrado, el pasado 25 de noviembre, presidente de la Internacional Socialista (IS). Esta es una organización plurinacional de partidos socialdemócratas, socialistas y laboristas cuyo fin es reivindicar los principios del socialismo en el mundo. Algunos expertos han calificado este hecho como un gran paso para Sánchez y alegan que “representa un reconocimiento global para su figura y para el conjunto del PSOE”, al tiempo que, desde su partido, elogian los “valores” mostrados por el presidente, que, según dicen, “se ven reflejados en su acción de Gobierno, defendiendo a las clases medias y trabajadoras y a los más vulnerables”.

Pedro Sánchez, en su discurso en la IS, llamó a actuar frente al “pesimismo que pretende abonar la derecha y los movimientos reaccionarios”. Sánchez fue elegido sin rivales y sucedió al griego Yorgos Papandreu, quien llevaba 16 años en el cargo. La Internacional Socialista está compuesta por 132 partidos y por ella han pasado nombres como los del alemán Willy Brandt y el actual secretario general de la ONU, António Guterres.

“¡Hemos vuelto y estamos más vivos que nunca, somos más necesarios que nunca!”, clamó Pedro Sánchez, antes de ascender al cargo. Su objetivo es reunir a las fuerzas socialistas internacionales y renovar la organización, prácticamente inactiva en los últimos tiempos. Sánchez se ha convertido en el primer español en ocupar el puesto, lo que, según afirma Pablo A. Iglesias, director de Información de Servimedia y profesor en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), supone un “hito histórico”. Iglesias afirma, no obstante, que “hay partidos progresistas de países muy importantes que ya no forman parte de esta organización”.

Una organización con ausencias
La ausencia de grandes fuerzas socialdemócratas europeas marca el actual estado de la Internacional Socialista, que ya no cuenta con los grandes grupos laboristas británicos, holandeses, suecos, austriacos y noruegos ni con el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). Algunos de los antiguos miembros dejaron de pertenecer a la IS por la poca conexión que había entre ellos y los países latinoamericanos, con quienes aseguraban no compartir posturas, y por la opacidad en las cuentas, donde la organización hasta hace poco registraba deudas económicas.

Pablo A. Iglesias advierte que la ilusión de Sánchez no es más que una expectativa equivocada hacia su futuro, y asevera que el presidente “piensa que esto le ayuda electoralmente y le hace pasar a la historia”. Los propios informes del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) asumen que Sánchez está perdiendo credibilidad entre sus votantes y que su popularidad, en vista de los comicios de 2023, está decayendo. El reconocimiento internacional que pretende conseguir el dirigente español “contrasta con la baja confianza y valoración de los españoles, que se plasma incluso en estudios sociológicos tan sesgados como los del CIS”, apunta Pablo A. Iglesias.

Iglesias, no obstante, admite que se trata de un logro de relevancia para el líder del PSOE y que es un “reconocimiento internacional a su gestión y liderazgo político tras cuatro años de mandato en los que ha tenido que negociar fuera de España decisiones importantes que han sido positivas para el país y en particular para su propio Gobierno”. Destaca que la intención de recuperar la economía después de la pandemia y la negociación en torno al precio tope del gas son asuntos de importancia en los que ha actuado Sánchez y que alzan, de algún modo, este nombramiento.

“Cuando los presidentes españoles miran tanto hacia afuera suelen perder la perspectiva interior y se despegan de la calle”, afirma Pablo A. Iglesias

Sin embargo, Pablo A. Iglesias cree que el presidente no debe olvidarse de España al pensar en exceso en su repercusión más allá de las fronteras de su país y señala que “cuando los presidentes españoles miran tanto hacia afuera suelen perder la perspectiva interior y se despegan de la calle”, y hace alusión al periodo en el que José María Aznar perteneció a otro selecto grupo de mandatarios europeos, lo que le acabó costando la opinión negativa del público.

Objetivos
Los objetivos de esta nueva etapa en la IS van encaminados hacia una mejora de la justicia y la igualdad sociales. Sánchez expuso que se propone defender el poder adquisitivo de los pensionistas, apoyar a las familias ofreciéndoles transporte público gratuito y reclamar a las “grandes eléctricas, a las grandes fortunas y a los grandes bancos” como objetivos de la socialdemocracia. Y agregó que “si hay una palabra que pueda definir al socialismo, esa es actuar”.

Javier Cervera, profesor de Historia en la UFV, ha tachado de “incoherente” la participación de Pedro Sánchez en esta organización, debido a la existencia de fuerzas nacionalistas e independentistas en su Gobierno. A Pedro Sánchez se le ha visto en varias ocasiones entonando un himno llamado La Internacional, canción que representa al movimiento obrero, así como a socialistas, comunistas e incluso anarquistas.

La Internacional evoca la eliminación de fronteras entre países, situación que se contradice con las ambiciones políticas de alguno de los integrantes del Gobierno vigente en España. “No tiene sentido que Sánchez cante con entusiasmo La Internacional y, a la vez, haya llegado a ser presidente del Gobierno gracias a los apoyos, entre otros, de ERC, PDCAT, EH-Bildu y PNV”.

Desde la izquierda, apuntan a que Sánchez pretende relanzar sus ideales y que la proyección de la IS puede ser positiva para el movimiento socialdemócrata. La transición energética para paliar el cambio climático, la defensa de los derechos de las mujeres y la protección de los colectivos más débiles son los pilares sobre los que Pedro Sánchez se asienta. La oposición ha criticado a Sánchez y le acusa de “buscar una salida” y unos apoyos “que no tiene en España”.

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