La Fundación Contemplare inaugura su primera tienda

- ESPAÑA - 10 de diciembre de 2021
La antesala del monasterio, ahora como la tienda física de Contemplare en Aravaca (Madrid).

El proyecto de la Fundación Contemplare surge, tal y como explica Alejandra Salinas, directora de esta fundación, «de la iniciativa de unos cuantos, de entornos diferentes, todos laicos que lo que les une es la fascinación por la vida contemplativa y la voluntad de ayudar desde su aprendizaje en la vida».

La Fundación Contemplare estrena una tienda en Aravaca (Madrid). Además, ha vuelto al centro comercial ABC Serrano (Madrid) para celebrar, por tercer año consecutivo, hasta el 17 de diciembre, su mercadillo navideño. «Hay una tradición de venta allí importante, y tenemos un batallón de voluntarios que nos ayudan. Lo hacia un señor hace muchos años y de repente dejó de hacerlo, entonces nosotros tomamos el testigo», afirma Salinas.

La principal novedad de La fundación es la apertura de su primera cabaña de madera. Esta tienda se ha convertido en el recibidor del monasterio. Está inspirada en “el nuevo concepto brick and click”, con la cual combinan la venta directa y el encuentro con el cliente.

“Permite contar historias, acercar la vida contemplativa, que es nuestro principal objetivo”, confiesa Alejandra Salinas.

El nuevo lugar físico de la Fundación Contemplare no se puede definir como una tienda común, ya que es la antesala de un monasterio. “Es una cabaña de madera natural, sostenible, ecológica, es sobria y acogedora, allí también invitamos al silencio”, destaca Salinas.

Esta cabaña se encuentra en Aravaca, a las afueras de Madrid, frente al Hospital de La Zarzuela. Allí se pueden encontrar todos los productos que están en la web. “Permite contar historias, acercar la vida contemplativa que es nuestro principal objetivo”, enfatiza Salinas.

Los productos de los monasterios son elaborados artesanalmente, se pueden encontrar cestas de Navidad, regalos de empresa, dulces y detalles a mano: “Los productos los fotografiamos, los ponemos en valor porque son productos muy exquisitos”.

A punto de comenzar la Navidad y ya iniciado el mes de diciembre, la fundación ha puesto en marcha la distribución de más de 100.000 cajas por toda España. Muchas empresas han encargado sus cestas y regalos para los empleados, y, además, la venta on line continúa su productividad: “Poco a poco, descubrimos que había apetito en las empresas, que hacen pedidos grandes y son facturas más importantes y la aportación es mayor”.

“La idea de la fundación es ayudar, identificar las dificultades y ver cómo se puede ayudar para subsanarlas, aportar nuestro pequeño granito de arena”, explica Alejandra Salinas.

Según Alejandra Salinas, lo que une a todo el equipo de la fundación es la visión que tienen de la vida contemplativa, ya que para ellos es “un patrimonio muy importante” y uno de los objetivos que tiene todo el equipo es contribuir a su sostenibilidad y darlo a conocer. “La idea de la fundación es ayudar, identificar las dificultades y ver cómo se puede ayudar para subsanarlas, aportar nuestro pequeño granito de arena”. 

Contemplare realiza un proceso antes de comenzar a trabajar con cada monasterio, ya que cada uno tiene capacidades distintas de producción y el proyecto se debe adaptar a cada uno. “No son empresas, entonces tenemos que ver hasta dónde podemos llegar, qué es lo que necesitan y cómo podemos ayudar a vender sus productos”, explica Salinas.

“Nosotros hacemos un pedido al monasterio, lo compramos y luego ya nos ocupamos de venderlo, nos buscamos la vida para venderlo. Todos los productos contribuyen directamente al sostenimiento de los monasterios”, así explica la Directora de la Fundación Contemplare el procedimiento que realizan.

Cesta confeccionada con los productos artesanales de los monasterios.

Además, Alejandra Salinas explica una situación que puede pasar desapercibida: “Tienen una realidad muy cruda, los monasterios no reciben ayudas de forma sistemática de nadie, digamos que viven del fruto de su trabajo”. Asimismo, detalla que la principal dificultad de los monjes son los costes fijos, como la Seguridad Social, ya que son autónomos.

«La vida monástica es así, tienen que trabajar porque el ocio es el enemigo del alma», afirma Alejandra Salinas.

Todo lo que se recauda con la venta de estos productos va destinado directamente al sostenimiento de los conventos. Es una ayuda para cubrir las necesidades de los monjes y monjas contemplativos que hay en España: “La vida monástica es así, tienen que trabajar porque el ocio es el enemigo del alma”.

Otra de las novedades de este año es la mejora de la página web. En ella se pueden encontrar todos los productos que son elaborados “en el silencio de la vida monástica”. El diseño de la web de Contemplare mantiene una visión sobria y sencilla, pero sin perder la cercanía y la eficacia. 

En ella, se pueden encontrar cestas ya confeccionadas con productos monásticos, flores, figuras artesanas, cosmética natural, belenes de inspiración gótica y romana, ropa para bebé y regalos de nacimiento, y una sección gourmet con más de 300 productos artesanales.

“La web era la apuesta que hicimos el año pasado y que ha seguido este año. Era importantísimo facilitar toda la logística para que la gente pudiera, con un clic, comprar el producto”, afirma Alejandra Salinas.

 

 

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