J. Pérez: “La Ayuso de la campaña es una creación de marketing político»

- ESPAÑA - 3 de mayo de 2021
Javier Pérez es secretario provincial de Vox y diputado en la Asamblea de Madrid. Foto: Twitter Javier Pérez @JavierPGallardo
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Entrevista realizada por Alejandra García y Pilar Martínez

Javier Pérez Gallardo es el diputado más joven de Vox en la Asamblea de Madrid. Con 29 años, es secretario provincial del partido en Madrid. Estudió Teología y, actualmente, cursa un Grado en Arquitectura Técnica, que compagina con su trabajo en política. Se afilió a Vox, en el año 2014, tras quedar embelesado por las palabras de Iván Espinosa de los Monteros en un mitin donde estaban su familia y él. Pérez Gallardo vio nacer el partido y recorrió de la mano de Rocío Monasterio los rincones de la Comunidad de Madrid. Ahora, está en las listas de Vox para las elecciones del 4 de mayo.

¿Qué puede dar Vox a la Comunidad de Madrid y qué puede esperar la población madrileña de Rocío Monasterio?
Principalmente, que no entre ni la izquierda ni las medidas de la izquierda en la Comunidad de Madrid. Ya hemos visto que, aunque el PP lleva muchos años gobernando en la Comunidad de Madrid, han entrado muchas políticas de izquierdas, como declarar Madrid en una emergencia climática que no supuso nada, es decir, simplemente fue una de estas cosas que la izquierda hace con mucha fuerza y el PP cede sin saber realmente lo que está haciendo. Lo que nosotros proponemos es ser un freno a eso. No solamente para apoyar al PP, sino que nos gustaría gobernar y vamos con la intención de ser la primera fuerza y, luego, que los madrileños digan lo que quieran. Tenemos nuestras medidas basadas en tres ejes: libertad, prosperidad y seguridad. Creemos que es muy necesario con el Gobierno que tenemos ahora mismo en la Comunidad de Madrid. Seguridad de saber que no nos van a poner más restricciones, seguridad de ver que todos los trabajos son esenciales, la seguridad que se necesita para saber que tus impuestos no van a ir a tonterías, sino a servicios básicos. Esa gente nos está pidiendo libertad.

¿Cuál cree que es la medida estrella para ganar estas elecciones?
No te sabría decir una en concreto, pero seguramente sería la reducción del gasto político para aumentar el gasto en servicios básicos a los madrileños: educación, salud, ayudas a los autónomos, a las empresas, a todos los que lo están pasando mal.

¿A quién se dirigen los discursos de Vox?
A todo aquel español que ame España y que ha visto que ni unos ni otros piensan como él. No hay un prototipo de votante de Vox, ni en edad. Es verdad que atraemos muchísimo más al votante joven porque los jóvenes necesitan un proyecto que ilusione, un proyecto bonito. Los jóvenes no nos identificamos con el “serio, soso y formal” que nos está ofreciendo el PSOE. Los españoles que aman España y que han visto que ni unos ni otros han sabido defenderla.

¿Cuál sería la primera medida que tomaría Vox si consigue entrar en el Gobierno?
La primera que haríamos, el 5 de mayo, es quitar las restricciones y quitar el toque de queda porque eso se puede hacer en un Consejo de Gobierno con apoyo del PP. Luego, pedimos una bajada de impuestos drástica, inmediatamente.

«No se puede estar esperando a que Europa traiga vacunas. Hay que salir a comprar ya», afirma Javier Pérez.

¿Qué medida tomaría Vox para gestionar la pandemia?
Nosotros lo que decimos es que las restricciones a la movilidad no solo son ineficaces, sino que pueden ser hasta contraproducentes. Al final, lo que ha supuesto es que nos movamos todos en un mismo espacio reducido y se producen más aglomeraciones. No se puede estar exigiendo a los ciudadanos que cumplan mientras que las administraciones no hacen nada. Tenemos que hacer test masivos. Testear a toda la población de forma recurrente y masiva; y solamente confinar a los positivos. Después, hay que seguir dotando de presupuesto a la sanidad y mejorar la sanidad primaria porque está sobrecargada. Y esto ha ocurrido porque se le ha dado funciones que no creemos que deberían ser suyas como la de hacer test. Las farmacias, las mutuas, la sanidad privada son las que tienen que hacer test. Y luego, un plan de vacunación masivo porque no se puede estar esperando a que Europa traiga vacunas. Hay que salir a comprar ya.

¿Qué hubiera hecho Vox si hubiera gobernado desde 2020, qué medida habría tomado para frenar el virus?
Lo primero que habríamos hecho es cerrar Barajas. No se puede cerrar porque no es competencia de la Comunidad de Madrid, pero deberíamos haber hecho un cerco, que lo pedimos. Y testear a todo el mundo que salga de Barajas, además se podrían haber montado carpas en las autopistas de peaje con el Ejército y comprobar a todo el mundo. Esto debería haberlo hecho en febrero, antes del estado de alarma. Rocío Monasterio lo pidió en el Congreso, en diciembre, y lo envió oficialmente por escrito, en enero; y la llamaron xenófoba. Esta es la primera medida, y la segunda es un segundo test masivo a toda la población madrileña. Una vez hecho eso, tú ya puedes focalizar dónde estás. Además, lo que nos pareció una locura fue lo que pasó en las residencias, lo que habría que haber hecho es hacer convenios con otras comunidades para poder trasladar enfermos porque hay hospitales que están a 20 minutos de pueblos de Madrid y se podría haber hecho. Nosotros creemos que el encarcelamiento que se nos hizo en casa no fue efectivo porque tenemos los peores datos del mundo, en muertos.

En el debate electoral de Mirada 21, el pasado 18 de abril, dijo que el Estado de las Autonomías carecía de sentido. ¿Sigue pensando lo mismo?
Cada vez más. Es un sistema fallido que solo ha valido para diferenciar a los españoles y enriquecer a los políticos. En España hemos visto que tenemos 17 comunidades y tenemos 17 protocolos sanitarios y 17 sistemas de educación diferentes, que es una locura. Nosotros creemos que solo sirven para hacernos diferentes.

«Nosotros siempre hemos dicho que somos de extrema necesidad. Esa es la etiqueta que queríamos».

¿Vox es extrema derecha?
No. Nosotros creemos que las etiquetas están mal enfocadas. Nosotros ni siquiera podemos decir que somos de derechas, porque, ¿qué significa ser de derechas o de izquierdas? Al trabajador que ahora mismo se ha quedado en paro, a la viuda que recibe 400 euros al mes, a los jóvenes que ven cómo su universidad no tiene fondos, pero los semáforos los cambian cada dos por tres para ponerle una faldita al muñeco, al empresario que tiene que despedir a un montón de gente, al empleado que no le llega el ERTE, a ese le da igual la etiqueta. Tiene claro que ama a España, que quiere que su país salga adelante, quiere trabajar, quiere ser libre, que quiere prosperar. Nosotros siempre hemos dicho que somos de extrema necesidad. Esa es la etiqueta que queríamos.

Yo entiendo que quieran decir que somos de extrema derecha y radicales. Lo que quieren es estigmatizarnos porque saben perfectamente que votar a Vox es acabar con el bienestar de los políticos, entonces tienen miedo de que entremos. Pero que cojan alguna de nuestras 100 medidas y nos digan qué hay de radical, qué hay de fascista, qué hay de racista, homófobo, xenófobo… Hay gente a la que le gustan nuestras propuestas, pero por esa etiqueta no nos vota. También es porque hay muchos medios de comunicación que lo han exagerado y han llamado de extrema derecha hasta a Ciudadanos, así que no tiene peso.

Usted mismo decía, «La covid es un virus serio, lo asumimos todos, pero lo que estamos viviendo en España es otra cosa, se han aprovechado de esta situación de una forma sangrante». ¿De qué se ha aprovechado el Gobierno?
Lo hemos visto clarísimo. La ley Celáa, la Ley de la Eutanasia, los acercamientos de los presos etarras, el aumento del gasto político, la Ley de la Infancia… ¿Esto es importante en una pandemia mundial? Pues esto es en lo que se ha centrado el Gobierno, en lugar de comprar vacunas.

¿Considera, de forma autocrítica, que se ha aprovechado de la situación de los menores no acompañados para la campaña?
Nosotros sabemos que tenemos una ventaja, en comparación con los otros partidos: ahora mismo no tenemos ninguna responsabilidad de gobierno, y eso nos da cierta ventaja a la hora de decir lo que decimos. No tenemos ciertos temas a los que les hagamos bola, sino que somos el único partido que se ha acercado a la calle y nos hemos encontrado gente que pasa miedo. Batán, Ciudad Lineal… no son temas puntuales, lo vemos en la tele todos los días. Estamos denunciando una realidad que se ha callado.

«La Ayuso que quieren hacer ‘la mejor diputada de Vox’ es una imagen fruto de marketing político que le interesa tanto al Partido Popular como hasta incluso a la izquierda».

El líder de la formación, Santiago Abascal, destacó en el discurso de inauguración de la campaña, en Móstoles, que no todo el mundo ha de estar de acuerdo con las políticas del partido y que, incluso, había cosas que él mismo no compartía, ¿existen discrepancias de opinión en el partido?, ¿puede hablarse de una distinción entre un sector más liberal y otro más radicalizado?
Vox tiene una cosa muy buena, y es que casi antes de que se formase el partido se formaron las ideas. Lo primero que se hizo nada más empezar, en 2014, fue desarrollar todo el programa. Hubo muchísimo debate entonces. Una vez tuvimos nuestro ideario claro, fue cuando montamos el partido, al revés que muchos otros nuevos partidos, como Ciudadanos y Podemos, que primero montaron la estructura y después delimitaron las ideas, de ahí todos los problemas que han tenido. A día de hoy, se sigue creando debate porque se siguen creando situaciones nuevas en las que no podemos estar todos de acuerdo. En Vox, contamos con un nivel de expertos muy grande en muchos temas, con pequeños círculos donde se sigue generando discusión. Lo que sí que tenemos claro es que lo que representamos como partido es un compromiso con nuestro votante y nuestro afiliado, una vez que se define no podemos cambiarlo.

En las últimas encuestas se otorga a Vox entre 13 y 15 escaños, lo que supondría poder alcanzar la mayoría absoluta con el Partido Popular. Ya quedaron claras las condiciones para pactar con la formación de Isabel Díaz Ayuso, pero algunos partidos de izquierdas la han llegado a considerar “más de Vox que el propio Vox”, y el concepto de libertad que presenta es muy parecido al que hace su partido. ¿Considera que se ha diferenciado Isabel Díaz Ayuso del PP, y se ha acercado más hacia las posturas de Vox?
No, la Ayuso que estamos viendo ahora en campaña es una creación de marketing político y no tiene nada que ver con la Ayuso que ha gobernado estos dos años y la Ayuso que lleva toda su vida en el Partido Popular. Isabel Díaz Ayuso es Pablo Casado, un candidato solo no puede dirigir toda la política de una región, tiene un partido detrás con unas ideas y con unos principios.

El PSOE está atacando a Díaz Ayuso por juntarse con la extrema derecha, lo que hace que el PP se asuste y pida apoyo a la formación socialista. Ya lo está diciendo Ayuso, se plantea un pacto PP-PSOE. Ayuso ha dicho muchas veces que no ha podido hacer lo que ha querido en la Comunidad de Madrid por estar atada a Vox. Ahora, el PP está jugando a mostrar una candidata fuerte, de Vox, para intentar rascar votos. Puede que lo consiga, pero esto se va a ver muy fácil el 5 de mayo, porque volverá la Ayuso de antes de la campaña. La Ayuso que quieren hacer “la mejor diputada de Vox” es una imagen fruto de marketing político que le interesa tanto al Partido Popular como hasta incluso a la izquierda.

«La política debe estar basada en la verdad, en lo que uno cree y en sus principios».

¿Cuál es su opinión acerca de Ciudadanos? ¿Existiría algún tipo de condición por parte de su partido, en caso de ver necesario un tripartito de derechas?
Nosotros haremos todo lo posible para que no entre la izquierda a gobernar Madrid, y si eso hace que también tengamos que pactar con Ciudadanos, lo haremos. A Edmundo Bal lo que le deseamos es que vuelva a ejercer en la Abogacía del Estado, y a Ciudadanos, que desaparezca como proyecto político porque creemos que ha fracasado. La política no se puede basar en qué es el centro, debe estar basada en la verdad, en lo que uno cree y en sus principios. Ciudadanos tendrá sus principios y su forma de entender la vida, pero tendría que ponerlo claro y defenderlo. Cuando un partido traiciona a su votante, tanto como lo ha hecho Ciudadanos, deja de tener sentido. Nosotros creemos que el hecho de que un partido incumpla de tal manera lo que ha dicho en tiempo electoral debería de ser ilegal. Ciudadanos es causa de la inestabilidad política que hay ahora mismo en España. Por ello, creemos que sería malo para España y para Madrid, en concreto, que Ciudadanos obtuviera más del 5% de representación.

Las encuestas también colocan a Rocío Monasterio como la candidata peor valorada, ¿por qué cree que es esto? 
Somos conscientes de que las encuestas están manipuladas. Le pasa lo mismo al trato que estamos viendo en los medios de comunicación con Vox. Llevamos un año donde las encuestas luego no tienen nada que ver con el resultado electoral. La verdadera encuesta son las urnas, y ahí veremos si los madrileños piensan realmente que Rocío Monasterio es la peor candidata.

¿Vox condena las amenazas recibidas por los miembros del Gobierno y por la directora general de la Guardia Civil?
Sí, las condena. Es más, Rocío Monasterio en el debate de la Cadena Ser empezó condenándolas. No solo las hemos condenado, sino que, además, hemos puesto a todo el departamento jurídico del partido a disposición de estas personas para apoyarlo y nos hemos presentado como acusación popular para ver realmente que la Policía persigue esas amenazas. Sin embargo, también nos gustaría, por ello, que condenaran nuestras amenazas, porque lo que hemos vivido en nuestros mítines no es normal. Condenamos, pero no nos lo creemos. Si fuera verdad, vaya usted a la Policía y denúncielo, no monte el paripé que ha montado. Si realmente han recibido ese tipo de amenazas, que es muy serio que pase eso en democracia, póngalo a disposición judicial, es más, ofrecemos nuestro departamento jurídico para hacerlo.

¿Cree que hay partidos que se han aprovechado de estas amenazas, como parte de una estrategia de campaña?
Por supuesto, a Pablo Iglesias le compensa ir de víctima. Es una forma de llegar al poder mediante el engaño.

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