Más de 300 millones de personas sufren algún tipo de depresión, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este fue uno de los datos que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, destacó durante la presentación del nuevo Plan de Acción para la Salud Mental. Las cifras muestran una subida de trastornos mentales tras la pandemia, y el grupo más afectado son los adolescentes. Con este nuevo proyecto, el Gobierno subraya la necesidad de visibilizar este tipo de enfermedades.
El plan incluye una dotación de 100 millones de euros que se destinarán a varios medios de ayuda. Entre las propuestas, se introduce un teléfono disponible las 24 horas para urgencias ante conductas suicidas. Este será gratuito y confidencial e incluye también la atención a familiares con la posibilidad de, en situaciones extremas, derivar los casos a los servicios de emergencia.
La sensibilización de la población con este tipo de enfermedades es una de las principales finalidades del plan: “Necesitamos una sociedad que facilite, que alivie la vida de las personas y también de quien las rodea”, afirmó Sánchez en la presentación. Por lo tanto, una de las acciones que el proyecto incluye es una campaña para erradicar los prejuicios sociales que rodean a la salud mental.
El 10,8% de las y los españoles han consumido tranquilizantes, relajantes o pastillas para dormir. Esto dice mucho del problema que tenemos en nuestra sociedad con la #SaludMental. No podemos normalizarlo. Debemos dar respuesta a este asunto y analizar las causas y el origen. pic.twitter.com/WQe1JkP20D
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) October 9, 2021
Con el objetivo de mejorar la asistencia en hospitales, se promoverá la formación sanitaria especializada en salud mental, en la que, en la siguiente convocatoria, se incluirá la especialidad de psiquiatría infantil y adolescente. Para ello, se ofertarán más plazas que en las anteriores convocatorias.
El primer paso: visibilizar
“El suicidio no es un tabú, es un problema de salud pública y por tanto debemos hablar de él, visibilizarlo y actuar en consecuencia”, afirmó Sánchez. Su discurso dejó clara la intención del Gobierno: dar visibilidad. Para ello, destacó que es posible encontrar cerca a personas con problemas para dormir, tristeza o angustia, y, aunque sean naturales porque forman parte de la vida, “no deberían ser la norma para nadie, ni tampoco deberían sufrirse en silencio, porque la normalización puede acarrear problemas mayores y más graves”.
El presidente del Gobierno hizo especial hincapié en los adolescentes: “Casi la mitad de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años consideran haber tenido algún tipo de problema de salud mental”. A raíz de la pandemia, los intentos de suicidio y autolesiones aumentaron un 250%, tal y como avisó el Colegio Oficial de Psicología de Madrid. Asimismo, la OMS advierte de que, a nivel mundial, uno de cada siete adolescentes de entre 10 y 19 años tiene un problema de salud mental diagnosticado. El suicidio se convierte, así, en la primera causa externa de muerte entre jóvenes.
“Según la OMS, cerca de 800.000 personas se suicidan, cada año, en el mundo, de ellas, 45.800 son adolescentes”, este fue uno de los datos que enumeró Sánchez durante la rueda de prensa. Entre otros, también destacó cifras de la Organización Mundial de la Salud, que afirma que, en 2030, los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo. De igual manera, Sánchez recalcó lo que suponía también a nivel nacional: “Más de un millón de personas sufre un trastorno mental grave y más de la mitad de estos no recibe ningún tipo de tratamiento”.