“La economía sigue en una senda de desaceleración”, destaca el primer informe emitido por el Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), que reflexiona acerca de que la crisis actual de España se debe, entre otros factores, al inestable contexto internacional, que “dificulta la atracción de inversión y la financiación extranjera”.
El estudio, elaborado por profesores y doctores de la universidad, como José María Rotellar, analiza el problema económico existente y asegura que “la inflación está haciendo mucho daño”, sobre todo a las rentas más bajas, y que se suma a la subida de impuestos. Asimismo, destaca que la inversión, componente clave dentro de la economía de un país, se ha visto mermada por la falta “esencial” de la capacidad de ahorro.
El doctor en Economía y director del observatorio, José María Rotellar, señala que los comicios de este año suponen un punto clave sobre las decisiones económicas del Gobierno: “Los años electorales terminan siendo expansivos en el gasto, de manera que ello intensificará el desequilibrio presupuestario y el endeudamiento que sufre la economía española”. El informe asevera que, ante la subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo, las familias están sufriendo a causa del aumento de pago de las hipotecas variables y las consecuentes dificultades de financiación por parte de las empresas.
El paro, además, conforma otro bache, que, sumado a la inflación, recibe la denominación de estanflación y ronda el 13%, sin contar los fijos discontinuos, lo que saca a la luz una situación preocupante en la que incluso “hay algunas empresas que no encuentran trabajadores para cubrir ciertos puestos de trabajo”, indica el estudio. Desde Europa, pretenden paliar el problema para el año que viene y la Comisión Europea ha anunciado que a partir de 2024 volverán las reglas fiscales previas a la crisis y que en 2026 será obligatorio tener un déficit público inferior al 3%.
Ajuste fiscal
“No es que el país sea más pobre, porque ha seguido creciendo la renta per cápita, pero sí lo es relativamente, al compararlo con nuestros socios”, enuncia el informe del observatorio, que calcula que en los últimos años el avance económico de España se ha ralentizado en materia de renta per cápita. “Para salir de la situación actual, hay que disminuir el gasto, reducir los impuestos directos y realizar reformas que flexibilicen la economía”, sostiene Rotellar, quien apunta que el incremento del gasto público no se puede mantener infinitamente, en disonancia con el intervencionismo que propusieron Keynes y Marx, respectivamente.
Revisar las figuras tributarias, eliminar la rigidez de algunas normativas y mercados, incidir en la responsabilidad individual de los agentes económicos y generar un clima favorable a la actividad empresarial son las recomendaciones fundamentales que propone el informe, así como una reforma de las pensiones que garantice su sostenibilidad para, concluye, no demorar más el ajuste fiscal.