Las redes sociales superan otra barrera, esta vez en España, con la creación de un evento centrado en aunar gente con el objetivo de llorar. El 6 de abril de 2017 se reunirán más de 16.000 repartidas entre Barcelona, Madrid, Valencia y Sevilla para poder desahogarse en grupo y compartir penas.
El creador original, David Bustos (de Barcelona), organizó el pasado 6 de abril el evento a través de Facebook como “una broma entre amigas” debido al estrés que les generaba la universidad. Más de medio año después, a la primera quedada creada en Barcelona se le han unido 13.000 personas y la han compartido casi 8.000 usuarios.
Motivadas por este gran éxito, han surgido varias versiones en las principales ciudades de España. Madrid, Sevilla y Valencia también quieren tener su propio colectivo llorón el mismo día que el de Barcelona, 6 de abril de 2017. Estas quedadas no han tenido tanto éxito ni repercusión, Madrid es la segunda urbe (después de Barcelona) con más usuarios dispuestos a asistir, casi 3.000 personas, y la de Sevilla la que menos, algo inferior a 100 personas.
La psicóloga Gladys González González explica que “las redes sociales, como cualquier otro sistema de comunicación, pueden ayudar o perjudicar en función de los valores de quien publica y de quien lee”. Además, añade que compartir la tristeza “no siempre” ayuda, y afirma que “a veces puedes contagiarte del pesimismo y la tristeza de otras personas, aunque otras veces nos ayuda a relativizar los nuestros”.
«Normalmente, no nos programamos para llorar», dice Gladys González González
“Estos proyectos están de moda”, dice Gladys González, “y la gente se apunta sin saber muy bien cuál es la finalidad del evento”. “Normalmente, no nos programamos para llorar, lloramos si algo nos entristece, si hay un motivo, pero no lo hacemos porque ahora ‘toca llorar’”, asegura respecto al evento creado en Facebook.
Gladys recomienda que “distraerse, hacer deporte, relativizar los problemas o, si es necesario, buscar ayuda profesional” es lo mejor que se puede hacer frente a la tristeza o soledad.