El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva por la cual desmantela un buen número de medidas de la política medioambiental de su predecesor en el cargo, Barack Obama.
La Casa Blanca tiene el objetivo de aumentar el empleo a través de la producción energética. Para ello, el Gobierno de Trump revertirá al menos seis medidas aprobadas durante la legislatura anterior, la del expresidente Obama.
Así, Trump prescinde del Plan de Acción, que planeaba reducir las emisiones de gases contaminantes, como el dióxido de carbono, los hidrocarburos, el monóxido de carbono o los óxidos de nitrógeno provenientes, sobre todo, de la industria del carbón.
El objetivo de Obama era reducir un 30% las emisiones de estos gases para el año 2030, ya que provocan el conocido efecto invernadero.
La medida de Trump no recoge ninguna mención al Acuerdo de Paris, celebrado bajo el marco de las Naciones Unidas y cuyas medidas, respaldadas por 195 países, entraron en vigor a finales de 2016.
La reforma sanitaria de Trump fracasa en el Congreso
Otra ley que Trump pretende eliminar es la reforma sanitaria promovida por su predecesor, conocida como Obamacare. Esta ley daba una mayor cobertura sanitaria y extendía la sanidad a más de 20 millones de personas que carecían de un seguro privado.
Sin embargo, en esta ocasión, los republicanos no han apoyado la nueva ley sanitaria de Trump en el Congreso. Alegaron que era «demasiado similar» a la anterior reforma, por lo que el presidente estadounidense deberá reformularla si quiere obtener el beneplácito de su propio partido.