La cristiana Asia Bibi, conocida por ser la primera mujer condenada a muerte por blasfemia en Pakistán, ha sido absuelta por el Tribunal Supremo del país tras ocho años en régimen de aislamiento. La mujer, madre de cinco hijos, fue condenada a morir en la horca por blasfemia en 2010, después de ser denunciada por unas vecinas por haber insultado al profeta Mahoma durante una discusión. Entre fuertes medidas de seguridad, el presidente del tribunal, Saqib Nisar, ha hecho pública la sentencia de los jueces sobre el caso. “Si la absuelta no tiene otros cargos, puede ser liberada”, dijo el magistrado. La resolución del caso ha tenido que ser retrasada en varias ocasiones debido a las amenazas de muerte por parte de los partidos defensores del delito de blasfemia, que no comparten la absolución de Bibi.
Actualmente, el delito de blasfemia es utilizado de mala manera para ajustar disputas personales.
Cuatro años después de ser condenada a morir en la horca, en 2014, Asia Bibi perdió un recurso presentado ante el Tribunal Superior de Lahore. No fue hasta el año siguiente cuando el Tribunal Supremo aceptó estudiar su caso de nuevo, y entonces el juicio se vio retrasado por la recusación de uno de los jueces. Ahora, en 2018, el tribunal declara que no existen pruebas suficientes para condenar a muerte a Bibi, y que las declaraciones realizadas por los testigos presentan contradicciones. La mujer cristiana, ya absuelta, permanece en la cárcel de Adiala, el Rawalpindi, esperando que se lleve a cabo su puesta en libertad.
En Pakistán, el delito de blasfemia fue establecido en la época de colonialismo británico para evitar choques religiosos. Actualmente, el delito es utilizado de mala manera para ajustar disputas personales. Muchos de los jueces, sobre todo a nivel local temen ser objeto de ira de los más radicales que defienden este delito. En el año 2011, el gobernador local Salman Tasir y el ministro cristiano Shahbaz Bhatti fueron asesinados por pedir una reforma en la ley y salir en defensa de Asia Bibi.
“Es el día más grande y más feliz de mi vida”, declaró Saiful Mulook, el abogado de Asia Bibi.
Tras el anuncio de su absolución, este 31 de octubre, varios grupos de islamistas radicales se han echado a las calles para protestar en contra del fallo del Supremo. Khadim Rizvi, líder del partido Tehreek-e-Labbaik (TLP), ya había declarado previamente que “paralizaría el país en cuestión de horas” si Bibi era liberada. Las protestas han comenzado a producirse en varias ciudades, como Peshawar o Mardan, en el noroeste, y Lahore, en el este de Pakistán. Además, el TLP ha señalado a los tres jueces del Tribunal Supremo como responsables de las muertes que puedan ocurrir, incluyendo las suyas.
El abogado de Asia Bibi y la familia de esta han celebrado la absolución, a pesar de las consecuencias futuras. “El veredicto ha demostrado que los pobres, las minorías y los segmentos más bajos de la sociedad pueden obtener justicia en este país, a pesar de sus deficiencias. Es el día más grande y más feliz de mi vida”, declaró Saiful Mulook, el abogado de Bibi. Asimismo, la Amnistía Internacional ha calificado de “histórica” la decisión del Tribunal Supremo de Pakistán. Omar Waraich, director adjunto de la organización en el sur de Asia, ha comunicado que “el mensaje debe ser que las leyes contra la blasfemia ya no se usarán para perseguir a las minorías más vulnerables del país”.