En el centro de Madrid hay cientos de planes, restaurantes, discotecas, cines y hasta ópera. Y es, precisamente, en la Plaza de Isabel II donde se puede ver un elemento que rompe con la estética del entorno: un telescopio llamado Nosstromo.
Este visor lo instala algunos fines de semana su propietario, Alfredo, un aficionado a la astronomía que cuando hay algo que ver en el cielo nocturno madrileño acude a la plaza y permite que la gente mire por su telescopio
Alfredo, además, imparte una pequeña clase a los turistas y curiosos y les entrega una hoja informativa del elemento astronómico que observan
El nacimiento de esta idea comenzó hace 8 años, en los que Alfredo, para sacar un dinero extra, realizaba la actividad sin exigir que se le pagase, pero con una bolsa en la que pone «agujero negro» da libertad a la gente para que deje una propina, o no.
«Es algo increíble. Yo llevo viniendo el último mes y cada vez me gusta más», dice Ana, visitante habitual del telescopio.
En cuanto el éxito de esta idea, Alfredo nos comentaba que mucha gente se acercaba a mirar y tiene hasta regulares y que el enorme telescopio Newton causaba sensación y atraía la curiosidad de muchos viandantes.
Alfredo tiene el título de monitor de astronomía de la Fundación Starlight y destaca que para él es una satisfacción ganar dinero con algo que le gusta tanto.