Los investigadores del Instituto de Neurociencia de la Academia China de Ciencias en Shanghái han anunciado en dos artículos, publicados en la revista científica National Science Review, la clonación de cinco monos a partir de un ejemplar editado genéticamente mediante la técnica CRISPR/Cas9. Su objetivo es investigar trastornos del sueño. Los animales muestran signos de comportamientos negativos.
Hace un año, dos monos nacían como el resultado de una clonación que partía del mismo método empleado con la oveja Dolly en 1996, basado en la utilización de fibroblastos, es decir, células cutáneas diferenciadas. Este procedimiento de transferencia nuclear de células somáticas ha sido empleado en esta nueva investigación. La principal novedad consiste en el conocido “tijeretazo genético” al que se sometió el ejemplar originario. Los fibroblastos procedían de un mono editado genéticamente con la técnica CRISPR/Cas9 para la eliminación de un gen (BMAL21) que codifica las proteínas encargadas de la regulación de los ritmos circadianos. Los monos recién nacidos presentan comportamientos alterados relacionados con problemas de sueño, estrés, ansiedad y síntomas de esquizofrenia.
“El trastorno del ritmo circadiano podría llevar a muchas enfermedades humanas, como trastornos del sueño y neurodegenerativos, diabetes mellitus y cáncer, por lo que nuestros monos sin BMAL1 podrían utilizarse para estudiar sus orígenes, así como tratamientos terapéuticos”, señala Hung-Chun Chang, coautor del estudio.
Combinación de técnicas
Los dos artículos publicados en National Science Review muestran la posible complementariedad de las técnicas utilizadas, el CRISPR/Cas9 y la clonación, como nueva herramienta para la investigación biomédica. «Esta línea de investigación ayudará a reducir la cantidad de monos macacos que se utilizan actualmente en la investigación biomédica en todo el mundo», argumentan los investigadores.
CRISPR/Cas9 fue utilizado para obtener el ejemplar poseedor de los fenotipos de las patologías más graves. Esta técnica de edición genética fue desarrollada por el científico español Francis Mojica y su utilización está creciendo exponencialmente para la confirmación o refutación de sus posibles potencialidades en la terapia génica. Recientemente, ha sido utilizada por He Jiankui para la modificación de dos gemelas chinas y reabre el debate ético en torno a CRISPR/Cas9.