Numerosos estudios han alertado de que el mal uso de los antibióticos puede provocar que los efectos de estos no sean eficaces y que se genere resistencia. Pese a los avances, aproximadamente 700.000 personas fallecen al año a causa de los microbios
La revista PNAS publicó, la semana pasada, un estudio en el que se establece una relación entre el consumo de antidepresivos y los efectos de los antibióticos. Esta investigación la ha llevado a cabo la Universidad Queensland (Australia). Su conclusión es que cuando una bacteria se expone a antidepresivos, esta se siente atacada y acelera sus mutaciones en busca de una solución contra ese ataque. Al acelerar sus mutaciones, la susceptibilidad del microbio ante el antibiótico se reduce y genera esa resistencia.
La situación preocupa a los expertos, ya que tras la pandemia se produjo un aumento de las enfermedades mentales a nivel mundial. A nivel nacional, más de medio millón de españoles padecen enfermedades mentales, un 19,5% de la población. Al aumentar el número de casos, también de enfermedades mentales también lo ha hecho el consumo de antidepresivos que pasa del 4% al 6%. En concreto España lidera la lista en el consumo de ansiolíticos, provocado principalmente por la pandemia.
Los estudios, hasta ahora, solo se han realizado en laboratorios. Bruno González Zorn, director de la Unidad de Resistencia Antimicrobiana de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), afirma que “otra cosa son las repercusiones que estos mecanismos puedan tener en la generación de resistencias a nivel global. Ahora hay que investigar si la población que consume antidepresivos regularmente posee realmente una microbiota significativamente más resistente a los antibióticos que el resto de la población”. Jianhua Guo, el autor del estudio, admite que aún deben hacerse más experimentos para poder certificar los resultados descubiertos. “Dado que la principal razón de la resistencia a antibióticos causada por los antidepresivos está asociada a la capacidad oxidativa de estos fármacos, es posible que añadir antioxidantes evitase esos efectos” comenta.
Ya son muchos años en los que el tema de la resistencia antibiótica es preocupante La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) ha explicado que, para tratar esa resistencia antibiótica, se deben guiar las líneas de investigación e innovación para que mejore el uso de antibióticos. En España, se cuenta con un Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), su objetivo es reducir el consumo de los antibióticos.
La Agencia Europea de Medicamentos también ha decidido tomar medidas en el asunto y ha publicado un informe sobre las posibles soluciones que se pueden llevar a cabo. La idea es que todos los países trabajen juntos para mejorar la situación. Entre las medidas se encuentra la restricción de venta sin recetas o las lecciones aprendidas con la agilidad regulatoria que se implantó durante la pandemia de la Covid-19.