La UFV vuelve a acoger a las víctimas del terrorismo

- Desmarcar - 15 de octubre de 2018
De izquierda a derecha, las víctimas Milagros Valor, Mª Ángeles Ibáñez, Maite Araluce y, la psicóloga de la AVT, Natalia Moreno, en el Aula Magna de la UFV. Foto: Lucía López.

Realizado por Sergio Aguilera y Pablo Taboada.

«El perdón no está reñido con el dolor ni con el olvido», con estas palabras comenzó la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Maite Araluce, la V Jornada sobre Terrorismo, celebrada en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), que acogió en su Aula Magna. La AVT puso voz a los ámbitos en los que se dividió el evento: una parte psicológica, una testimonial, otra sobre el papel de las asociaciones y la labor de la prensa.

La primera parte de la jornada fue inaugurada por el rector de la UFV, Daniel Sada, la alcaldesa de Pozuelo de Alarcón, Susana Pérez y, el viceconsejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Álvaro Ballarín.

Junto a ellos se encontraba Maite Araluce, quien recnoció que «en la UFV, la AVT se siente arropada». A continuación, puso de manifiesto el sentir de las víctimas respecto a las penas de cárcel de los terroristas, el apoyo de la Justicia española y las decisiones del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo sobre este asunto. «Es una historia de víctimas y verdugos», declaró Susana Pérez.

Resiliencia y perdón
En su quinta edición, el seminario giró en torno a la resiliencia. «Es la capacidad de aprendizaje de salir empoderado de una situación difícil o traumática», de esta manera definió dicho término Natalia Moreno, psicóloga y directora-gerente de la AVT.

Natalia Moreno realizó un experimento socio psicológico con el público, que tuvo que cerrar los ojos, imaginarse en una mesa sentado junto a sus seres más cercanos y relajarse. Llegado a este punto, por los altavoces sonaron unas explosiones, la gente abrió los ojos y la psicóloga se dirigió a los espectadores con la afirmación: «La vida ya no vuelve a ser igual».

«Perdonar no es olvidar», asegura Beatriz Cobos, psicóloga de la AVT.

Beatriz Cobos, psicóloga y coordinadora de la AVT, explicó el concepto de víctima de un atentado terrorista, que es aquel que presencia in situ el ataque terrorista, independientemente de las secuelas físicas o psicológicas que pueda desarrollar, así como a las personas fallecidas o heridas en el acto. Además, analizó los factores de riesgo y de protección tras sufrir un atentado.

«Perdonar no es olvidar, implica la atención de emociones, conductas y juicios negativos», afirmó Cobos. Asimismo, perdonar es una decisión personal, que puede ayudar a no vivir atormentado, mejorar la salud y recuperar la paz interior.

Datos sobre terrorismo
El terrorismo en España ha dejado un total de 1.437 víctimas. 854 bajo ETA, 84 por parte de Grapo, 246 a manos de bandas yihadistas y, 239 de otros grupos.

En 2017, más de 369 grupos y organizaciones llevaron a cabo ataques terroristas en todo el mundo. La media de atentados por día fue de 30. ISIS y los talibanes encabezan la lista con más acciones y muertes. La acción más letal se produjo en octubre de este año en Somalia, con más de 580 fallecidos.

Testimonios de víctimas
Maite Araluce, además de presidenta de la AVT, es víctima de ETA por el asesinato de su padre, Juan María de Araluce, presidente de la Diputación de Guipúzcoa. Su historia se remonta al 4 de octubre de 1976, en San Sebastián. Araluce cuenta que mientras estaba comiendo junto a sus hermanos, antes de ir al colegio, su padre llamó a casa para decirles que se retrasaría. Pasados unos minutos, se escucharon tiros de ametralladora, se asomaron a la terraza y el coche estaba lleno de balazos. «Recuerdos los gritos», confiesa Maite Aracelu. En ese vehículo se encontraba su padre y cuatro compañeros más de trabajo, no se pudo salvar ninguna de esas vidas.

«Esa noche solo pensé en sobrevivir», afirma Mª Ángeles Ibáñez, víctima de ETA.

La madre de María Ángeles Ibáñez fue asesinada y ella quedó con graves secuelas debido a un ataque de ETA, en 1987, en Madrid. La banda terrorista pretendía atentar contra un grupo de guardias civiles, pero la vida de Mª Ángeles y su madre se cruzó por medio. Al menos, ningún miembro de este cuerpo de seguridad murió. «Esa noche solo pensé en sobrevivir», afirmó Ibáñez, quien añadió: «Ya sabía que mi madre había fallecido».

Ibáñez se mostró valiente y agradecida, «hay tres cosas que ETA no me pudo quitar: la fe en Dios, el amor a mi patria y a mi familia». Además, quiso lanzar una pregunta en cuanto al acercamiento de los terroristas a prisiones más próximas al País Vasco: «¿Quién acerca a nuestros familiares muertos?».

«Me truncó la vida», reconoce Milagros Valor, tras el asesinato a su marido en el 11-M.

El marido de Milagros Valor fue asesinado el 11 de marzo de 2004 en Atocha, Madrid. Ella tenía 33 años y llevaba dos años casada cuando ocurrió el atentado. «No me dijeron nada, me abrazaron y supe que ahí se acabó mi vida», declaró Valor. Un testimonio que terminó con una reflexión: «Para mí, era mi marido, pero para sus padres era su hijo y eso no se puede reemplazar».

Tratamiento periodístico
“No mitificar al grupo terrorista”, así dio comienzo el periodista Florencio Domínguez al panel de Información vs. Dignidad de la Víctima. La mesa, moderada por Leire Jara, encargada de la comunicación institucional de la AVT, contó también con los periodistas Alejandro Requeijo, de Voz Pópuli; y Lorenzo Díaz, de Telecinco.

“Las víctimas han sido las grandes ignorados de la historia del terrorismo”, prosiguió Domínguez. Esta declaración la apoyó Requeijo, quien aseguró que “se está recuperando el atractivo por el villano”. “Los malos son más cool que los buenos. Esto es una amenaza a la que se enfrenta la sociedad que, por supuesto, hay que combatir”, añadió.

«Una foto no es suficiente, valen más mil palabras», opina Alejandro Requeijo.

Requeijo también habló sobre la función que tienen los medios de comunicación. “No se sabe lo que es Otegi hasta que se le hacen las preguntas indicadas. El periodismo no es solo decir lo limpio que están los palacios, también hay que bajar al barro”, declaró el periodista de Voz Pópuli. Alejandro Requeijo hizo hincapié en la importancia que tienen las imágenes “para conservar la memoria”, pero aseguró que, en el ámbito periodístico, “una foto no es suficiente, valen más mil palabras”.

Lorenzo Díaz centró su intervención en el papel que tienen los testigos de un atentado. “Que tengamos todos un smartphone con cámara de alta definición es un problema”, aseguró el periodista de Telecinco. “En la actualidad, el ciudadano puede ser el narrador de una noticia, y si no está educado puede hacer mucho daño”, añadió.