España está viviendo una de las sequías más duras que se recuerdan en los últimos años. Está acarreando numerosas consecuencias negativas como la subida de precios en alimentos o la reducción de agua en algunas poblaciones. Sin embargo, también trae consigo algunos aspectos positivos, como la aparición de pueblos antes inundados, que las empresas están sabiendo explotar. Los ríos, pantanos y embalses se encuentran bajo mínimos y las pocas lluvias que hay no sirven para remediar todo lo que esta ha producido.
La sequía que vive España es la más grave desde 1965, esto está acarreando que los embalses españoles estén a un 37% de su nivel normal, la cifra más baja desde 1995; y haya una reducción del agua del 81%, el peor dato registrado desde 1980. A esto hay que sumar que las sequías van a comenzar a ser algo más habitual según pasen los años. A pesar de que en los últimos días se haya podido observar algo de lluvia, no ha sido suficiente como para remediar todo lo que ha provocado la sequía.
Las próximas sequías van a ser peores.
Los agricultores definen esta sequía como dramática, límite e irreversible. Se quejan de que no solo la producción está en juego, sino también los puestos de trabajo. Critican al Gobierno por no dar la importancia necesaria al asunto y priorizar otros temas, como Cataluña, a pesar de que el agua sea algo esencial en la vida.
Numerosos expertos afirman que el tiempo empieza a ser diferente y que el cambio climático es real, no una invención. Sin embargo, no se están tomando las medidas necesarias. Hay estudios que muestran que en un futuro no muy lejano los pueblos ricos serán los que tengan agua, y no los que tengan petróleo como ocurre ahora mismo.
Algunas propuestas que hacen diferentes asociaciones son la apertura urgente de pozos de sequía e incrementar la capacidad de las plantas desalinizadoras y depuradoras. En algunos pueblos gallegos, una de las zonas más afectadas por la sequía, solo pueden abastecerse de agua gracias a camiones cisterna que lleva la Guardia Civil, puesto que los pozos de los que cogen agua están completamente vacíos.
A estos bajos niveles de agua hay que sumar la bacteria conocida como Xylella. Los agricultores no solo están sufriendo los efectos de la sequía, que están siendo brutales, sino también los de este patógeno que provoca enfermedades graves en las plantas, por lo que los agricultores pierden gran parte de las cosechas.
A pesar de los malos datos, muchas empresas han visto dónde hacer negocios. El bajo nivel del agua de los pantanos provoca que algunos pueblos, antes inundados, sean ahora accesibles, por lo que muchos turistas se mueven a estas zonas para visitarlos. Esto es algo que han sabido explotar las empresas en lugares como Mansilla de la Sierra (La Rioja), Peñarrubia (Málaga) o Portomarín (Galicia).
Consecuencias de la sequía
La sequía está provocando que el precio de los alimentos aumente puesto que la falta de agua provoca que la cantidad de recursos y materias primas se reduzca. El 85% del agua que se utiliza en España está dedicada a la agricultura y ganadería, por lo que se están viendo muy afectadas.
En algunas ciudades como Vigo, es que está habiendo restricciones de agua. Se suprime el uso en riegos, fuentes, bebederos y se buscan fugas de la red de abastecimiento.