Hay novedades respecto al accidente de helicóptero que le costó la vida a Kobe Bryant, a su hija y a otras siete personas, en enero de 2020. Y en este caso, apuntan a una negligencia por parte del piloto.
Según los investigadores de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) que han estado analizando el accidente, el piloto voló hacia las nubes, violó las reglas federales y se desorientó con la niebla.
El piloto, Ara Zobayan, incumplió las normas de vuelo, ya que estaba operando bajo reglas que le prohibían volar hacia las nubes, pero que había ignorado. Zobayan había enviado un mensaje en el que aseguraba que estaba tratando de alzarse por encima de la niebla, cuando en realidad se encontraba cayendo rápidamente, una señal de que estaba desorientado, según los investigadores.
El informe indica que la estrecha relación entre Bryant y Zobayan, quienes habían volado juntos en muchas ocasiones, pudo influir en que el piloto quisiera completar el vuelo para el jugador, a pesar de las peligrosas condiciones en las que se iba a realizar.
El presidente de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), Robert Sumwalt, indicó que por ello la NTSB también investigará “si el piloto enfrentó presión para completar el vuelo”. Concluyeron que la presión que Zobayan ejerció sobre sí mismo para completar el vuelo habría aumentado a medida que se acercaba al destino.
El piloto “volaba bajo órdenes de vuelo visual o VFR que legalmente le prohibían penetrar en las nubes”, pero lo hizo de todos modos comentó Sumwalt.
El investigador principal del caso, Bill English, dijo que el piloto se había estrellado a solo unos pocos minutos de un aeropuerto donde podría haber aterrizado. Una vez desorientado, Zobayan aparentemente, no hizo referencia a sus instrumentos, no los entendió o no confió en ellos.
La NTSB ha realizado preguntas a los investigadores que han estado un año analizando todo lo referente al accidente de Kobe Bryant, incluyendo la inspección del helicóptero destruido y entrevistas a miembros de la compañía de vuelo.
La NTSB comentó que no había señales claras de un fallo significativo en el motor, lo que da más crédito a la teoría de que el piloto se desorientó entre la niebla. Zobayan había escrito en un mensaje de texto la noche anterior al accidente que el pronóstico parecía “no ser el mejor”, pero, después de despertarse por la mañana, escribió que “se veía bien”.
Zobayan había solicitado un permiso especial para volar a través de áreas de baja visibilidad. Era un piloto muy respetado que había registrado más de 1.200 horas en el helicóptero S-76 y estaba certificado para volar con el uso de sus instrumentos en baja visibilidad. Sin embargo, la certificación que la Administración Federal de Aviación emitió al propietario del helicóptero, Island Express Helicopters, solo permitía a sus pilotos volar visualmente, lo que significa que deben tener al menos media milla de visibilidad diurna y poder ver el suelo.
La esposa de Bryant, Vanessa Bryant, demandó a Zobayan y a las compañías que eran dueñas y operaban el helicóptero por presunta negligencia y homicidio culposo. Además denunció al Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles, después de que algunos oficiales publicaran fotos no autorizadas del lugar del accidente. Las familias de las otras víctimas demandaron a las compañías de helicópteros, pero no a Zobayan.
Los minutos finales fueron decisivos en la tragedia
Segundos antes de que se estrellara, y según el informe preliminar de la NTSB, Zobayan le dijo a un controlador de vuelo que estaba tratando de alzarse a 4.000 pies, en un intento de superar las nubes, pero el helicóptero en realidad estaba cayendo, según los investigadores. El aparato se estrelló a las 9:45 h, aproximadamente 39 minutos después de haber despegado del aeropuerto John Wayne, en Santa Ana.
Según el organismo, la culpa fue del piloto, concretamente, de «su desorientación espacial», y las distracciones de su cometido principal durante el vuelo, «monitorear los instrumentos de vuelo».
Cabe recordar que después del accidente se produjo un incendio en el aparato que terminó siendo mortal para sus ocupantes. En el informe se habla de que el descenso y la aceleración que se produjo al llevarlo a cabo, junto con la forma de la ladera, provocó una ilusión óptica para el piloto, que creía que estaba ascendiendo, cuando en realidad estaba descendiendo.
El mundo del deporte rinde tributo a la leyenda del baloncesto
Más de un año después del adiós a Kobe Bryant y a su hija Gigi, se siguen mostrando obras de arte que recorren los países donde Kobe dejó huella.
Han sido muchos los aficionados que han expresado su sentimiento y emoción en diferentes ciudades con tributos, desde los murales más grandes en las calles a los dibujos e ilustraciones más personales, como el de Fernando Miranda, ilustrador y diseñador gráfico. El día del fallecimiento realizó un homenaje, en agradecimiento con una ilustración y a finales de 2020 sorprendió de nuevo con su arte en memoria de Kobe Bryant.
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