Nicolás Maduro ha tomado posesión, este jueves, del cargo de presidente de Venezuela por un periodo de otros seis años. En la toma de posesión han estado presentes los llamados colectivos chavistas, grupos paramilitares afines a Maduro y los presidentes de El Salvador, Cuba y Bolivia. Sin embargo, no hubo representación de ningún país de la Unión Europea.
Las últimas elecciones en Venezuela, del 20 de mayo del pasado año, no fueron reconocidas por la comunidad internacional. Este hecho ha supuesto que el mandatario bolivariano tenga que defender la legitimidad de su Presidencia, que nuevamente es cuestionada. Trece de los catorce países (excepto México) que conforman el Grupo de Lima emitieron el pasado 4 de enero un comunicado en el que reclamaban a la legítima Asamblea Nacional venezolana que reemplace al mandatario bolivariano y convoque elecciones.
Horas antes de su toma de posesión, Maduro emitió desde el Palacio de Miraflores, un ultimátum hacia los países firmantes. Exigió una rectificación en 48 horas, de lo contrario, afirmó que tomará medidas diplomáticas «más crudas, en defensa de los intereses venezolanos».
La mayor parte de la comunidad internacional no considera legítimo el nuevo mandato de Maduro. China, Rusia, Cuba, Turquía, Bolivia, Uruguay, Nicaragua, México y El Salvador son los únicos países que estarán presentes.