El programa de misiles en Rusia alerta a la Casa Blanca

- Desmarcar - 8 de marzo de 2018
“Es algo muy desafortunado. No consideramos que sea la conducta de un actor internacional responsable”, dijo Heather Nauert.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera ministra británica, Theresa May, han calificado de “irresponsables» y “desestabilizadoras” las últimas declaraciones de Vladímir Putin sobre las armas nucleares rusas.

En este mensaje, Putin anunció que Rusia había aumentado su arsenal nuclear, además de desarrollado un misil balístico intercontinental al que calificaba como “invencible”. La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, respondió con dureza al comunicado del presidente ruso, ya que, para Estados Unidos, este artefacto viola el tratado de 1987 que limita los misiles de rango intermedio.

La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert apuntó:“Es algo muy desafortunado. No consideramos que sea la conducta de un actor internacional responsable”.

Con respecto a esta exhibición de fuerza de Putin, EE.UU. se lamenta de que la demostración incluyese un vídeo, que han interpretado como una amenaza de Rusia. Aseguran que ha sido un acto muy irresponsable, teniendo en cuenta lo cerca que se encuentra Rusia de las elecciones y critican a Putin, pues consideran que esta no es “la conducta de un actor internacional responsable”.

 

Washington ya preveía los planes rusos y redactó la denominada Revisión de la Postura Nuclear, que sustituyó la estrategia ideada por Obama en 2010, que indicaba que: “Rusia no es la Unión Soviética y la Guerra Fría hace tiempo que ya acabó». De todos modos, pese a los esfuerzos por mantener una relación positiva, Moscú percibe a Washington y la OTAN como sus principales oponentes y un impedimento para lograr sus metas geopolíticas en Eurasia. EE.UU. ha puesto entre sus prioridades el pulso geoestratégico entre potencias en el que el principal rival reside en Moscú.

Este acto de la política rusa ha tirado por tierra los consensos previos entre ambas potencias, y a esto se suma la anexión rusa de Crimea o la situación en Ucrania. Esta nueva amenaza, según el Pentágono, se ha desarrollado en dos vertientes. La primera corresponde a las conocidas como armas tácticas (bombas de menos de 20 kilotones, igual de peligrosa que la que arrasó Hiroshima) y que tendrían como objetivo acabar con las tropas enemigas, mediante una “guerra nuclear limitada”. La segunda hace referencia al arsenal de armas estratégicas tan mortíferas y devastadoras como las mostradas por Putin.