Los gobiernos de España y Portugal han firmado una tregua en su enfrentamiento en torno a la construcción del almacén de residuos nucleares de Almaraz (Cáceres), conflicto por el cual el Ejecutivo luso llegó a presentar una denuncia ante Bruselas. Con la mediación de la Comisión Europea, se ha alcanzado el acuerdo de retirar la queja en tanto que España se compromete a desautorizar el funcionamiento del Almacén Temporal Individualizado (ATI) hasta que Portugal haya emitido una evaluación ambiental en un plazo de dos meses.
Portugal recurrió en su queja al artículo 259 del Tratado de Funcionamiento europeo, lo que implicaba que Lisboa pretendía llevar el conflicto por Almaraz hasta el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Para apaciguar el choque, hizo falta la mediación del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y la intervención de Mariano Rajoy y su homólogo portugués, António Costa. Los tres firmaron la tregua el pasado mes de febrero en la cumbre de Malta y la Comisión ha anunciado el acuerdo “amistoso”.
“Este acuerdo crea una nueva oportunidad para el diálogo y el trabajo conjunto”, afirmó el ministro de Exteriores de Portugal, Augusto Santos Silva, en la rueda de prensa en que anunció el compromiso entre los dos países.
“Este acuerdo crea una nueva oportunidad para el diálogo y el trabajo conjunto”, afirmó Augusto Santos Silva, ministro de Exteriores de Portugal.
El Ministerio de Energía de Portugal ha dispuesto que las autoridades lusas puedan visitar Almaraz, así como su ATI de residuos, durante los próximos dos meses y, a partir de ahí, trasladar al Gobierno español las alegaciones y propuestas que consideren.
“Se organizará lo antes posible una visita de las autoridades portuguesas a la central, con objeto de presentarles la tecnología y las características de seguridad previstas”, según recoge un comunicado conjunto de Jean-Claude Juncker, Mariano Rajoy y António Costa.
A cambio, Portugal ha retirado la denuncia que presentó, en la que se quejaba de la falta de una evaluación de los impactos fronterizos. Sin embargo, en el propio acuerdo se estipula que Lisboa no renuncia a volver a “valerse” del artículo 259. “Este acuerdo no pone en entredicho el derecho de Portugal a recurrir a todos los medios legales”, ha recordado el ministro luso de Asuntos Exteriores.
En un momento en el que el futuro del sector nuclear en España está en entredicho, el choque con Portugal ponía en riesgo los objetivos fijados de los gestores de las principales centrales nucleares para alargar la vida útil más allá de los 40 años, unos planes apoyados por el Gobierno del Partido Popular. Almaraz ha solicitado ese almacén dentro de sus instalaciones para poder guardar el combustible usado, ya que las dos piscinas destinadas a la acumulación de residuos se encuentran actualmente al 85% de su capacidad y se prevé que estén llenas en 2018 y 2021, respectivamente.