El misterio y la incertidumbre siempre han envuelto la figura de la reina egipcia Nefertiti. Conocida como «la mujer más bella de Egipto», fue la primera mujer de Akenatón y, aunque la gran mayoría de los restos de la nobleza egipcia descansan en el Valle de los Reyes, su tumba nunca ha sido encontrada.
Mamdouh Eldamaty, exministro de Antigüedades de Egipto y arqueólogo, lidera una investigación que ha reavivado la leyenda de que Nefertiti está sepultada junto a Tutankamón, ya que se ha identificado un pasillo, desconocido hasta el momento, que se encuentra a unos pocos metros de donde está la cámara con el sarcófago del faraón niño.
Un nuevo estudio georradar en la tumba de Tutankamón ha sido lo que ha revelado la existencia de una habitación más grande tras una de las paredes de su cámara. El hallazgo, que fue presentado al Consejo Supremo de Antigüedades (SCA) de Egipto a principios de febrero, señala la existencia de un corredor de aproximadamente dos metros de alto por 10 metros de largo.
Aún no es certero que el sepulcro del rey Tutankamón, también conocido como KV62, esté totalmente vinculado con esta nueva cámara, ya que cabe la posibilidad de que corresponda a otra tumba distinta. Los investigadores contemplan que sí se trate de una conexión ya que, como aseguran, la orientación es perpendicular al eje principal donde se encuentra en el joven faraón y que las tumbas que no están conectadas suelen estar orientadas en ángulos distintos, y no como en este caso.
Eldamaty ha señalado que la cámara donde está el rey Tut es extrañamente pequeña para tratarse de una tumba de la realeza, lo que ha dado pie a pensar que la KV62 haya podido ser transformada. Pero los indicios de que el sepulcro ha sido dividido se refuerzan al contemplar el hallazgo del largo espacio en paralelo en la entrada del sepulcro.
Nicholas Reeves es un egiptólogo británico que ha dedicado muchos años investigando en el Valle de los Reyes y en 2015 descubrió junto a la tumba de Tutankamón una serie de grietas, marcas y líneas rectas. Esto le llevó a pensar que había puertas escondidas que conducían a lugares ocultos. Según señalaba, una de las paredes no era roca madre sólida y, por ende, se trataba de una pared falsa que se construyó a propósito con el fin de esconder otras habitaciones. Como ya declaró él en aquel momento, podría tratarse de Nefertiti.
«Si Nefertiti fue enterrada como un faraón, podría ser el mayor descubrimiento arqueológico de la historia», señala Reeves.
Zahi Hawass es uno de los más célebres egiptólogos del mundo y, a pesar de que asegura que tiene altas expectativas para el mundo del Antigüo Egipto en este 2020 y que «encontrará a Nefertiti», no termina de estar convencido de que la misteriosa reina se encuentre ahí. Desde su punto de vista, el radar puede dar resultados equívocos y que no exista ninguna habitación cercana.
Sin embargo, varios compañeros de profesión sí creen en los datos del radar y la existencia de la cámara, pero no en que esta sea de Nefertiti. Contemplan la posibilidad de que se trate de Ankhesenamun, la esposa de Tutankamón, y que estén sepultados juntos, ya que sus restos tampoco han sido encontrados nunca.
Aidan Dodson, otro egiptólogo británico, no está del todo de acuerdo con la teoría de Reeves acerca de Nefertiti, pero sí sobre la existencia de esa cámara y asegura que el descubrimiento de quien sea que descanse ahí sería «increíblemente significativo». Dodson mantiene la hipótesis de que quizás los restos que haya pertenezcan a alguna princesa de la misma época de Tutankamón.
La enigmática Nefertiti
Neferneferuatón-Nefertiti, cuyo nombre significa La Bella de las Bellas de Atón ha llegado, fue la esposa real de Akenatón y vivió aproximadamente hace 3.500 años. La que fuese conocida por su legendaria belleza fue la suegra del faraón Tutankamón y, según afirman historiadores y egiptólogos, ejerció una influencia muy activa sobre su marido, contribuyendo en la revolución religiosa, política, cultural y económica, ya que se declinaban por el culto al dios del Sol Atón, en lugar de la religión politeísta de la época.
Hija del faraón Ay, tuvo seis hijas con Akenatón. Compartía a su esposo con otras dos mujeres, sin embargo este había esculpido solo el rostro de Nefertiti en las cuatro esquinas de su sarcófago. En torno al 1368 a.C., se separó de Akeantón y se fue con sus hijas y su yerno Tutankamón al palacio de Atón.
Nefertiti era considerada como una reina fuera de lo normal, se besaba en público con su cónyuge y conducía su propio carro de caballos. Además, ostentaba el título de reina consorte, es decir, podía reinar sustituyendo a su marido si fuese necesario, y el cargo de sacerdote.
Durante el final del reinado de Akenatón, el nombre de Nefertiti desapareció de textos y registros históricos. Esfumarse sin dejar ningún rastro llevó a numerosas teorías, desde un fallecimiento por plaga hasta una muerte violenta. Una de las teorías dice que tras la muerte de Akenatón, el misterioso faraón sucesor Semenejkara, era realmente Nefertiti con otra identidad y que desposó a su hija Meritatón, para así gobernar hasta la llegada al trono de Tutankamón.