‘Arquitectura y Persona’ redescubre el significado de la profesión

- Desmarcar - 6 de octubre de 2021
Foto: Twitter @arquitecturayp1
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Escrito por Alberto Barrios, Celia Vázquez, Pablo Parreño, María Soler e Irene Cuenca.

“Formar para transformar”, con este lema el I Congreso Internacional Arquitectura y Persona abrió sus puertas, del 27 de septiembre al 1 de octubre, a docentes, estudiantes y arquitectos. El evento se desarrolló en dos modalidades: presencial, en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), y de forma on line.

Cada día, de lunes a viernes, tenía asociado un tema central: maestro, alumno, comunidad, cambio y servicio. El motivo de esta convención fue demostrar que la esperanza de un futuro mejor pasa por la enseñanza. Asimismo, el día se dividía en varias sesiones: en primer lugar, una entrevista a un profesional de la arquitectura, y, a continuación, un café encuentro y un coloquio. Por último, concluía con un drink team y mesas redondas.

La figura del maestro
El lunes 27, después de la presentación del rector de la UFV, Daniel Sada, tuvo lugar la entrevista al arquitecto Alberto Campo Baeza. En ella, Campo Baeza opinó de la relación entre maestro y alumno, así como de la importancia de volcarse y conocer al alumno. También dijo que, para ser un buen docente, un arquitecto necesita tres patas: construir, pensar y enseñar. Habló de los tres principios básicos de la arquitectura según Vitruvio, firmitas (firmeza), utilitas (utilidad) y venustas (belleza). Sobre la belleza en la arquitectura, Campo Baeza explicó que se alcanza si las cosas se hacen de verdad y con honestidad. Además, expuso cómo educar la sensibilidad hacia la persona. “Un arquitecto tiene que saber y disfrutar con todas las otras creaciones, la música, la pintura, la escultura, la poesía…”, añadió.

Daniel Sada, rector de la UFV. Foto: Twitter @arquitecturayp1

A continuación, Toni Gironés, José Antonio Ramos y Pedro Torrijos participaron en un coloquio. Entre los temas tratados estuvieron el cometido de la arquitectura, la importancia del lugar y de la persona y la relación entre paternidad y docencia, en la que ambas deben transmitir la belleza.

También participó en el coloquio Etsuro Sotoo, trabajador en la Basílica de la Sagrada Familia (Barcelona) durante más de 40 años y actual jefe escultor. Habló de su experiencia de conversión y de cómo encontró en Gaudí la respuesta a su pregunta infinita de qué camino tomar. “Durante 12 años, sentí que esta era la casa de otro, después, que era mi casa”, afirmó Etsuro Sotoo. Habló también de la motivación con alumnos y trabajadores y afirmó que un gran jefe es aquel que puede dar esperanzas. Según Sotoo, la auténtica moneda de Gaudí era la esperanza.

«La arquitectura, como todos los oficios, es colaborar en la Creación de Dios», afirmó Etsuro Sotoo, con palabras de Gaudí.

Además, comentó que la educación se basa en la enseñanza del bien y del mal y explicó el problema que supone el relativismo para esta. «La arquitectura, como todos los oficios, es colaborar en la Creación de Dios», afirmó Etsuro Sotoo, con palabras de Gaudí. Finalizó hablando de la importancia de hacerse buenas preguntas. Dijo que es más necesario esto que buscar respuestas, ya que sin buenas preguntas no se encuentran respuestas correctas.

El alumno, el gran protagonista
El martes 28 de septiembre, el congreso contó con Emilio Tuñón, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Su entrevista abrió la tarde, que continuó con la mesa coloquio moderada por Pablo Ramos. «El alumno» fue el tema central. Los ponentes comentaron lo que debería ser la docencia de este arte y analizaron la relación maestro-alumno. Luis Martínez Santa María, Ángel Martínez García, José Ángel Hidalgo y Carmen Guaita fueron los protagonistas de este coloquio. Todos ellos cuentan con diversos libros publicados. 

El primero en intervenir fue Martínez Santa María, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Madrid, quien destacó la necesidad de la humildad del profesor. Recalcó que los maestros deben sentirse orgullosos cuando no saben responder a una pregunta del alumno. “Hay que aprender a decir no sé”, confesó. Sobre este mismo mensaje, Ángel Martínez García, profesor de la Universidad de Sevilla, citó la frase: “Sé nadar, pero también tengo memoria de cuando no sabía nadar. Los arquitectos aprendemos y enseñamos a la vez”, dijo en referencia a cómo los profesores aprenden a la par que enseñan.

“La educación tiene que, deliberadamente, luchar para que permanezca lo humano», defendió Carmen Guaita.

Asimismo, una de las preguntas más recurrentes fue cuáles son las claves de la enseñanza universitaria. En esta cuestión, Carmen Guaita, licenciada en Filosofía y docente durante 39 años, y García Posada coincidieron en que el pensamiento crítico es esencial para un estudiante. Además, Guaita destacó la importancia de ensalzar lo humanístico en plena era tecnológica: “La educación tiene que, deliberadamente, luchar para que permanezca lo humano. Enfrentarse a jóvenes que han crecido con el desprecio al proceso y la puesta en valor del resultado inmediato”.

Martínez Santa María describió una por una las fases que el estudiante sigue durante su aprendizaje. Estas dependen de cuánto sabe el alumno acerca de su ignorancia. Por ejemplo, la primera etapa es cuando el alumno no sabe que no sabe, es decir, cree que tiene conocimientos arquitectónicos, pero realmente es un ignorante. Enfatizó especialmente la tercera fase, en la que el estudiante no sabe que realmente sabe: “Una etapa maravillosa como profesor porque el alumno no es consciente de lo genial que es”.

El miércoles de «Comunidad»
En el tercer día de congreso, la modalidad fue exclusivamente on line, a diferencia de los dos anteriores. El acto se inició a las 15:00 h, con la presentación de la jornada por parte del director de la Facultad de Arquitectura de la UFV, Felipe Samarán. La primera parte del acto se centró en la entrevista de Samarán a Tatiana Bilbao. La arquitecta mexicana debatió con el director de la Facultad de Arquitectura y contestó algunas preguntas de estudiantes de todo el mundo que asistieron al congreso. 

A continuación, se dio paso a un coloquio en el que participaron la arquitecta y profesora, Carmen Moreno; el filósofo y director de la Fundación Juan March, Javier Gomá; el crítico de arquitectura, Fredy Massad; y la profesora y arquitecta, Elena Farini.

Carmen Moreno expuso su charla Proyectar con la memoria, que giró en torno a la figura del estudiante de arquitectura. “Todos pueden empezar a tener una mirada crítica en nuestro día a día muy necesaria en la arquitectura para discernir lo que está bien, lo que es bueno o malo”, declaró Moreno sobre la importancia del día a día en la vida de los jóvenes aprendices. La arquitecta explicó la importancia de visitar lugares públicos para los estudiantes. “Es importante que visiten lugares públicos para lograr entender esos espacios que quizás sin vivirlos no puedan imaginarlos”, afirmó Moreno, quien también buceó en el significado de la arquitectura hoy en día.

“No es un tema como una mirada romántica, es una mirada muy actual porque la mayoría de la arquitectura hoy en día no es algo patrimonial. Son temas muy actuales. Esto está pasando en todas las ciudades. Ahora mismo, el 50% de todos los proyectos son de recuperación de lo existente. Son temas que están a la orden del día y que los estudiantes deben aprender a desenvolverse”, zanjó Carmen Moreno.

“La buena arquitectura es la que trasciende al tiempo, la que es bella», comentó Freddy Massad.

La siguiente ponente, Elena Farini, impartió la charla La construcción consciente del equipo. La arquitecta profundizó en la importancia del funcionamiento de los equipos y en la figura del alumno en una clase. “Los ingleses lo dicen, se es mucho más feliz trabajando juntos, darse cuenta de que eres parte de un todo, la palabra comunidad. Para mí es parte de la labor. En el lado de la docencia, se le considera uno más de los docentes. Creo que el alumno aporta y puede aportar mucho más que el profesor. Es cuando se trabaja en comunidad cuando el alumno trabaja con ganas, con energía trabaja al encuentro”, finalizó Farini. Además, enunció lo que para ellas son las claves de un proyecto: “Un buen proyecto tiene parte de tus obsesiones personales, y, por otro lado, el bien común”.

Javier Gomá tomó el relevo con su ponencia Oficio y ejemplaridad. En ella, el filósofo puso como punto de partida la idea de perfección y su relación directa con el concepto de ideal. “El ideal es una propuesta de perfección. Es prescriptivo. Un buen ideal ilumina tu sentido de la vida. Y por último enuncia el entusiasmo. El ideal es el que promueve la reforma”, afirmó Gomá, quien también explicó la importancia de la universidad como motor formativo de “buenos ciudadanos y buenos profesionales”. 

Finalmente, hizo alusión a los cuatro tipos de culturas que él distingue, en la que destacó la segunda, la que hace referencia a las obras de arte. “Esta cultura tendría que tener por objeto obras de tal dignidad y de tal fuerza que sea la invitación a una vida bella. Que haga la vida más digna de ser vivida”, aseveró Gomá, director de la Fundación Juan March.

Congreso celebrado en el aula magna de la UFV. Foto: Twitter @arquitecturayp1

Por último, el crítico de arquitectura Freddy Massad intervino en el coloquio con su charla titulada Descentrar al arquitecto. En ella, señaló la “hipocresía” de algunos críticos de arquitectura que “salieron huyendo y se contradijeron” tras la caída del sector en 2008. “A mí lo que más me molestó es que los que ponían en valor a esos sistemas luego se desdecían”, sentenció Massad.

“La premisa del crítico es que se debe pensar en el porqué de la arquitectura. Una de las corrientes actuales decide que hay que construir para los pobres. Y a mí me parece perfecto, pero hay que pensar por qué llegamos a ese cambio”, continuó Massad, quien aprovechó para apuntalar lo que para él es la buena arquitectura y las facilidades que permiten, hoy en día, las tecnologías al conocer la arquitectura.

“La buena arquitectura es la que trasciende al tiempo, la que es bella. Aprovechemos que ahora podemos comunicarnos y tenerlo todo a mano gracias al mundo digital. Lo que pasa es que debemos separar ese ruido para entrar en la parte importante de las cosas. Ese futuro es prometedor sin esa idea del catastrofismo. El ser arquitecto”, acabó Freddy Massad. Para terminar el acto, se llevaron a cabo comunicaciones simultáneas. 

El cambio es lo único constante
En la cuarta jornada del I Congreso Internacional Arquitectura y Persona, se abordó el tema del cambio y el futuro de la docencia. El director del Grado de Arquitectura de la UFV, Felipe Samarán, habló con el arquitecto danés Bjarke Ingels. Ingels es director del estudio BIG Bjarke Ingels Group y destaca en su trabajo por la búsqueda del equilibrio entre la arquitectura tradicional y la vanguardista. Trataron el tema acerca de utilizar el aula como un dispositivo de “vía ancha y bidireccional”. 

Bjarke Ingels ha introducido y encarnado la cuestión del cambio, que, además, es el origen de este congreso. «Probablemente, el cambio sea el único elemento seguro de todo lo que acontece y uno de los motores de nuestra vida», explicó Felipe Samarán. 

Tras conocer la experiencia del arquitecto danés y la importancia que tiene viajar “para uno mismo y para la creatividad”, esta jornada del congreso continuó con un coloquio dirigido por Emilio Delgado Martos, arquitecto por la ETSA de Madrid y profesor en la UFV desde 2006, y que contó con la participación de Rodrigo García González, Juan Manuel Medina del Río, Josep María Esquirol y Javier Rubio Donzé. 

Emilio Delgado Martos destacó, al comenzar, la importancia del avance y aclaró que “para avanzar es imprescindible moverse, pero no todo movimiento implica progreso”. 

«Hay que convertir las buenas ideas en realidad”, recalcó Rodrigo García González.

Rodrigo García González, diseñador, arquitecto, inventor y cofundador de Notpla, ha ganado los premios de Wired Startup del Año, Grentech Award y el World Technology Award de Fortune y Time. El ponente defendió que siempre «hay que convertir las buenas ideas en realidad” y que para conseguirlo es necesario “trabajar en equipo”. En cuanto al futuro de la docencia, enfatizó: “Las oportunidades que nos da el mundo digital nos abre un montón de puertas”.

El coloquio continuó con las palabras de Juan Manuel Medina del Río, doctor arquitecto, ingeniero y docente, quien habló del acercamiento metodológico y defendió que, a pesar de las tecnologías, siempre debe haber cierta unión en el trabajo. 

Josep María Esquirol, catedrático de Filosofía y ensayista, afirmó que “la principal finalidad de la educación y de la cultura debería ser la lucha contra la frialdad”, ya que se vive “en un contexto muy acelerado y demasiado fluido”, y, tratándolo desde un punto de vista filosófico y personal, considera que es necesario ser paciente para poder “dar tiempo a los demás y darse tiempo”.

El cuarto día de congreso finalizó con Javier Rubio Donzé, arquitecto por la Etsam, historiador y fundador de Academia Play, quien, actualmente, utiliza el dibujo y las redes como herramientas docentes. Rubio Donzé defendió que “cambios ha habido siempre y en todas las épocas”, por ello no ve que los cambios que se producen en la sociedad sean tan revolucionarios como lo puedan llegar a parecer. “Nos gusta pensar que la formación universitaria no es solamente preparación para el empleo, sino también para lidiar con la vida”, afirmó acerca de los cambios en la docencia.

El compromiso con la belleza y el servicio
En la última jornada, la arquitecta alemana Anna Heringer impartió una ponencia enfocada en el compromiso con la belleza del servicio. En este acto, celebrado de forma on line, animó a los asistentes, pero, sobre todo, a los estudiantes de Arquitectura, a esforzarse y arriesgar, independientemente de los inconvenientes. 

Para concluir, el congreso finalizó con una mesa redonda que reunió a Ana López, cofundadora y codirectora de Arquitectura Expandida; a Martín del Solar y Rodrigo Sheward, socios fundadores de Grupo Talca; Stefano Zamagni, docente en la Universidad de Bolonia; y a Basurama, colectivo dedicado a la investigación, creación y producción cultural y medioambiental. Los ponentes abordaron términos como el servicio, la paciencia, el bien común, el cuidado de la vida y el compromiso. 

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