Christopher West muestra en la UFV que el amor puede cambiar la vida

- Desmarcar - 18 de abril de 2018
Christopher West durante una conferencia impartida en la UFV en 2018. Foto: Comunicación UFV

El Aula Magna de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) se llenó para recibir a Christopher West. Un vídeo, una canción y un discurso fueron los encargados de presentarlo. Sobre el escenario, una hora llena de amor, sexo y Dios, y en las palabras de Christopher, la posible solución a una crisis del amor actual.

Un “¡Viva España!” del autor bastó para poner de pie a todos los presentes. Christopher West empezó la conferencia por la crisis de amor que sufre la sociedad, producida por una crisis de las personas y, a su vez, por una crisis del cuerpo. Christopher habló del problema actual de concebir a los seres como personas reemplazables, al igual que tostadoras. Para evitar esto, él apuesta por que las personas se quiten las máscaras que no les permiten ser ellos mismos y conocer la diferencia que existe entre ver y fijar la mirada.

West achacó los problemas que sufre el amor hoy día a las personas que solo ven materia prima en los otros, sin saber que eso solo son “cualidades externas” y no amor.  El conferenciante, a través de la película de animación infantil Toy Story, analizó algunos comportamientos humanos, como ponerse en lugar de la otra persona. Esto lo hizo a través del oso de la película. Un oso malo que controla a todo el mundo, pero que esconde una dura experiencia en la vida que lo ha llevado a ser de la forma que es. Christopher West utilizó las figuras de Barbie y Ken en la película para explicar lo que es el amor de verdad cuando él Ken le dice a ella que no quería a otra porque ella era única.

Para Christopher, es fundamental dejar de ver el amor como algo divertido y dejar de tratar a las personas como meros juguetes. Además, este quiso dejar claro que mujeres y hombres eran seres diferentes, ya que en ellas es donde surge el milagro de la vida. Además, habló del mal que provoca la pornografía a la sociedad, ya que esta presenta al cuerpo de una manera equivocada, sin tener en cuenta que este esconde un misterio.

El autor dejó claro que la herida que sangran los humanos desciende de su forma de amar a las personas y aclaró que el problema de desear a alguien solo por su parte física provoca que cuando estas cualidades dejan de gustar, ellos se vuelven prescindibles. West terminó la conferencia con el consejo de hacer preguntas cada noche a Dios, como ejercicio personal, y entender que nada es eterno, excepto la unión con Jesucristo.

 

 

 

 

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