Tamara Carrasco, una auxiliar administrativa de Viladecans (Barcelona) fue detenida, el 10 de abril, acusada de difundir un archivo de audio donde daba indicaciones a miembros de colectivos independentistas para cometer sabotajes en carreteras. La presunta líder del Comité de Defensa de la República catalana (CDR) era puesta en libertad con cargos por desórdenes públicos, el 12 de abril, por el juez Diego Egea. La Fiscalía de la Audiencia Nacional había pedido prisión incondicional para la detenida, acusada por delitos de terrorismo y rebelión.
¿Qué es el CDR?
Desde el referéndum ilegal del pasado 1 de octubre, la amenaza violenta catalana ha crecido y se asocia a las siglas CDR. La rapidez con la que ha empezado a actuar el conjunto de grupos independentistas ha hecho que se den por sabidas su función y propósitos, sin llegar a definirlos.
El primer error que se comete al hablar del Comité de Defensa de la República catalana es pensar en él como un único organismo. En el CDR convergen una serie de organizaciones de diferentes barrios o localidades que defienden la independencia de Cataluña, desde que fuera aprobada por el Parlamento el 27 de octubre. Aunque no todos nacieron entonces, antes de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) ya había algunos creados que defendían el referéndumdel 1 de octubre.
En sus inicios, se organizaban por mensajería instantánea y redes sociales. Sus primeras movilizaciones fueron para mantener los colegios electorales abiertos el 1-O, y proteger a los votantes de la represión policial.
Estos organismos beben del modelo de CDR que se asentó en Cuba en los 60, tras la victoria de Fidel Castro, en unas movilizaciones cívicas de vigilancia que se organizaron en la Habana el 28 de semptiembre de 1960.
En contraposición a los CDR aparecieron los Grupos de Defensa y Resistencia (GDR). Unas agrupaciones clandestinas de ciudadanos catalanes contrarios a la independencia. Al igual que el Comité de Defensa de la República, también se organizan por redes sociales y grupos de mensajería instantánea, aunque su principal función son las batidas nocturnas de limpieza de propaganda secesionista.