La Puerta de Brandeburgo, bretzels, East Side Gallery, un sinfín de memoriales… solo puede ser Berlín. La ciudad que fue el punto central de la Guerra Fría y contempló la división de su territorio por un muro fue el destino de un grupo de alumnos de 1º de Periodismo y Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV).
El frío no detuvo a unos estudiantes que querían ver en vivo todo aquello que habían aprendido durante el primer cuatrimestre en la Universidad Francisco de Vitoria. Los primeros paseos por Berlín marcaron el inicio de un viaje intenso, no solo por su agenda, sino por la historia de cada uno de sus rincones.
La visita favorita de los alumnos fue Hohenschönhausen, la prisión central de la Seguridad del Estado (Stasi) de la Alemania Oriental. El paseo por las estrechas celdas dejó a más de un alumno sin suficiente aire y solo los más valientes se atrevieron a investigar en las salas de castigo. Al final, una visita que había comenzado con una rápida comida en la cafetería del edificio se convirtió en una experiencia conmovedora para los jóvenes periodistas.
Las puertas del Bundestag se abrieron para los alumnos de la UFV, que disfrutaron la visita por el interior del Parlamento. Esta institución permitió que los estudiantes pusieran en práctica sus conocimientos sobre el sistema parlamentario español y el alemán. Por último, los jóvenes pudieron observar desde las alturas la ciudad por la que llevaban varios días paseando. Además, los estudiantes tuvieron la oportunidad de charlar con un miembro de la fundación política Konrad Adenauer y con el presidente del grupo joven de la Unión Demócrata Cristiana. Los coloquios ayudaron a los alumnos a responder cuestiones sobre la política alemana o las próximas elecciones europeas.
Lo más destacable de la ciudad alemana fueron aquellos rincones de memoria a quienes lucharon en contra del régimen nazi. Los alumnos quedaron impactados al ver el memorial y las placas que recordaban a los judíos del Holocausto. Por eso, fue difícil para los jóvenes no imaginarse el terror que se había instaurado en Berlín en el siglo XX. Además, el memorial a la Resistencia Alemana consiguió la plena atención de los universitarios al ponerse en la piel de aquellos estudiantes que dieron su vida por la paz de Alemania.
Los alumnos también tuvieron la oportunidad de llevar su vocación al territorio alemán, ya que visitaron el Museo de la Comunicación. Hicieron un rápido viaje por la historia de la comunicación que terminó en croma de un plató del edificio.
Fuera de la agenda, los alumnos recorrieron gran parte de Berlín, probaron comida alemana y disfrutaron de la noche berlinesa, que consiguió que, en vez de compañeros, los jóvenes periodistas se pudieran llamar amigos.