El Ministerio de Justicia alemán ha aprobado una ley que inhabilita el matrimonio infantil para tratar de responder al creciente número de menores que llegan casados al país. Pretende facilitar la anulación de este tipo de enlaces cuando un juez demuestre que eran dañinos para el menor.
El ministro de Justicia, Heiko Maas, señaló que se estudiará cada caso de forma individual. Según la ley, ya no se reconocen los matrimonios en los que uno de los cónyuges o los dos sean menores de 16 años. Maas explicó que cuando la chica –generalmente la de menor edad– tenga entre 16 y 18 años, la regla será también no reconocerlos. El titular de Justicia quiso subrayar especialmente que se analizará de forma singular si hay motivos para admitir el matrimonio, por ejemplo, si la pareja tiene hijos o si la menor está embarazada.
El ministro quería acelerar los trámites para anular los casos más evidentes, pero el anuncio de la propuesta generó una oleada de nuevas reivindicaciones. La relevancia de este asunto se ha disparado con la crisis de los refugiados y ha desembocado en un debate sobre la obligación o no de reconocer a las parejas que llegan casadas desde otras culturas.
Una ley necesaria para garantizar la protección de los menores
Según la ONU, el matrimonio infantil es una forma de violencia contra la mujer. No existe ninguna garantía de que hayan sido acordados de forma totalmente libre y sin presión alguna. Las chicas en estas situaciones corren mayor riesgo de ser maltratadas por sus parejas, abandonar sus estudios o sufrir problemas de salud.
Según un informe presentado por el Gobierno, 331 mujeres murieron en 2015 a manos de sus parejas o exparejas. Además, 104.000 mujeres fueron agredidas por sus parejas.
Organizaciones feministas como Terre des Femmes defienden el proyecto del Ministerio de Justicia. “Pedimos que la ley no reconozca aquí ningún matrimonio formado por menores. Conscientes de las dificultades para las chicas ya casadas, no creemos conveniente obligarles a vivir separados. Esta es una decisión que deben tomar, caso por caso, los servicios sociales”, explica Monika Michell, responsable de violencia por asuntos de honor en Terre des Femmes.
Según un informe presentado por el Gobierno, 331 mujeres murieron en 2015 a manos de sus parejas o exparejas. Además, 104.000 mujeres fueron agredidas por sus parejas. Entre los 127.547 casos de violencia en la pareja, los hombres representan un 18%. Ochenta y cuatro de ellos murieron en 2015 víctimas de maltrato.
Un riesgo para las menores de otras culturas
Sin embargo, la ley aprobada por el Ministerio de Justicia supone un peligro de exclusión social para las parejas de culturas extranjeras. Aydan Özoguz, responsable gubernamental de Integración, alertó de los riesgos de un veto genérico.
«Una ley así condenaría al vacío social a jóvenes mujeres”, alerta Aydan Özoguz.
“Si sus matrimonios dejan de estar reconocidos, ellas podrían quedarse sin herencia y sin fuentes de ingresos; sus hijos se convertirían en ilegítimos y para muchas imposibilitaría la vuelta a sus países de origen”, asegura la política de origen turco. Una ley así será “bienintencionada”, pero “condenaría al vacío social a jóvenes mujeres”, concluye Özoguz.
Antes de la ley, en Alemania solo se permitían los matrimonios entre mayores de edad, y a partir de los 16 años era posible casarse si la otra parte era mayor de edad y existía el consentimiento de los padres o de un tribunal de familia. El aumento de casos procedentes del extranjero, del que no hay registros oficiales, contrasta con una caída en el número de matrimonios entre menores. Frente al millar que se registraba en el año 2000, el año pasado se cerraron 92. Según datos del Ministerio del Interior, el pasado mes de julio vivían en Alemania 1.475 menores casados. De estos, 361 no llegaban a los 14 años. Proceden sobre todo de Siria, y les siguen Afganistán e Irak.