El consumo de alcohol en los adolescentes menores de edad, el uso que estos hacen de Internet y de las redes sociales, así como sus horarios son las mayores preocupaciones de los padres españoles, según un estudio elaborado por la consultora Gad3. La encuesta se ha realizado para The Family Watch y se ha basado en las respuestas telefónicas de 600 padres con hijos adolescentes.
La portavoz de esta asociación es María José Olesti, quien, según los resultados que se obtuvieron, ha declarado que el consumo de alcohol preocupa al 90,3% de los padres y madres. El segundo motivo de desasosiego es el acceso a Internet para el 82,5% de los encuestados y, concretamente, el uso que hacen los jóvenes de las redes sociales, al 80,5% de los progenitores. Además, la cuarta causa de recelo es el horario de salidas de los hijos (un 77,3%).
El presidente de la consultora Gad3, Narciso Michavila, ha explicado que estas cifras «están relacionadas de forma muy directa con la falta de diálogo entre padres e hijos». «Pasa en España, y afecta de la misma forma en toda la sociedad occidental», añadió.
El aumento de casos de comas etílicos en adolescentes, de cada vez menor edad, ha sido también comentado por Olesti. «Estas informaciones nos tienen que hacer reflexionar sobre cómo estamos educando a nuestros niños. Si no educamos en valores, si familia y escuela no van en la misma línea, los casos no dejarán de crecer. Las familias cada vez más están preocupadas, así lo refleja este estudio y siguen demandando un mayor reconocimiento por parte de las instituciones, pero desde las mismas se debe hacer una apuesta más valiente. Sin duda es necesaria una concienciación sobre el fundamental papel de la familia en nuestro país», ha declarado.
En cuanto al ámbito tecnológico, el 85,3% de los padres considera que las redes sociales pueden permitir mayor «acoso anónimo» y el 80,8% opina que la intimidad se ve comprometida en ellas. Por ello, el 97,2% cree que se debe estar más pendientes del uso que hacen los menores de estas redes, para evitar que el número de casos de acoso escolar o de cyberbullying (acoso en Internet) disminuya.