Semana Santa: tiempo de oración, reflexión y penitencia

- ACTUALIDAD - 18 de abril de 2025

La Semana Santa se celebra, en 2025, del 14 al 20 de abril. Procesiones, cánticos, bailes… esta festividad trae consigo numerosas tradiciones que se han establecido a través de los siglos, sobre todo en España y, en particular, en Sevilla.

La Semana Santa es el momento más importante de la religión católica, una semana donde se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Es un momento de reflexión y penitencia, donde los católicos se reúnen en torno a la cruz para pedir perdón y celebrar la resurrección de Jesús. Durante ocho días, se recuerda un momento concreto del Nuevo Testamento.

El significado de la Semana Santa

El Domingo de Ramos es el domingo anterior a la Semana Santa, y durante ese día se recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. En la misa, se suelen repartir ramas de olivo entre los feligreses, con el fin de asemejarse a este acontecimiento. Le siguen el Lunes y el Martes Santo, donde se recuerdan dos escenas: la Unción de Jesús en casa de Lázaro, al que resucitó, y la anticipación a las negaciones de Pedro, que tienen lugar dos días después.

Durante el Miércoles Santo, tiene lugar el recordatorio de la traición de Judas, el discípulo de Jesús que le vendió por 30 monedas de plata. Al día siguiente, Jueves Santo, tiene lugar la Última Cena de Jesús, donde instituyó dos de los siete sacramentos de la Iglesia: La eucaristía y el orden sacerdotal. Tras esto, Jesús fue prendido y condenado a muerte por Poncio Pilato, gobernador de Judea en aquellos tiempos. El jueves es el día en el que acaba la Cuaresma y empieza el Triduo Pascual.

«Se trata de crear, revivir y participar de modo pleno de la pasión, la muerte y la resurrección de Jesús», comenta un grupo de sacerdotes a Mirada 21

De la noche del jueves a la mañana del Viernes Santo, Jesús fue latigueado, golpeado, escupido y, finalmente, obligado a cargar con su propia cruz. A lo largo de este día, se produjeron algunos de los acontecimientos más destacados de la pasión, como la coronación de espinas o las tres caídas de Jesús, y todo esto culmina con su muerte en la tarde del viernes.

El Sábado Santo no se celebra la misa, pues es el día donde el cuerpo magullado de Jesús reposa en el sepulcro y desciende a los infiernos. Al día siguiente, se conmemora la resurrección, cuando Jesús se aparece a las dos mujeres en la puerta del sepulcro. Se cierra así la Semana Santa y da comienzo la Pascua de Resurrección.

Una tradición repleta de significados

Este tiempo de oración está marcado por múltiples tradiciones y signos que llevan utilizándose siglos. Un ejemplo de esto son las procesiones, en las que se llevan a hombros esculturas o imágenes de Cristo y la Virgen María por las calles. Su origen se ubica en la Edad Media, y surgieron a la vez que el vía crucis, una reproducción de lo que se hacía en el camino del Señor al Calvario, en Jerusalén. Ambas tradiciones se asentaron en el siglo XVI, y a partir de ahí han perdurado hasta la actualidad.

«Cabe destacar que muchas personas acuden a este tipo de eventos para profesar su fe, para compartirla», cuenta a Mirada 21 un grupo de sacerdotes, «y, citando a San Josemaría, el apostolado es la sobreabundancia de la vida interior, debe ser algo compartido con los demás». Las procesiones unen pueblos y ciudades en torno a una imagen, un sentimiento, una necesidad natural en el hombre de compartir lo bueno.

Se siguen manteniendo costumbres como los capirotes de Semana Santa, cuyo origen se remonta a los tiempos de la Inquisición. Estos suelen ser de color morado, simbolizando la penitencia y el sufrimiento que recuerda al color de las heridas de Jesús. Este color no solo se lleva durante esta semana, sino también durante toda la Cuaresma, representando el tiempo de sacrificio.

«El morado simboliza una actitud de preparación y penitencia, y tiene detrás un sentido de renovar el corazón y prepararlo para lo que viene»

No es necesario recalcar la importancia que tiene esta fiesta para el católico. A lo largo de la historia, ante enfermedades y epidemias, como la peste, y momentos de tensión, los hombres recurrían al auxilio de Jesús en Semana Santa, esperando recibir el consuelo y la ayuda que necesitaban. La Semana Santa une a todos los católicos en torno a la alegría de saber que Jesús ha resucitado, que les ha perdonado y les ha salvado.

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